La Policía de Investigaciones (PDI) logró recuperar un taxi que había sido robado por un conductor contratado recientemente por la dueña de la licencia. El vehículo fue encontrado parcialmente desmantelado menos de 24 horas después de la detención del principal sospechoso, quien había desaparecido con el auto tras su primera jornada laboral.
El caso comenzó el pasado martes 7 de enero, cuando Daniela, propietaria del taxi, contrató a Hernán Ariel Z. como chofer. Esa noche, el hombre pidió permiso para trabajar hasta más tarde, argumentando una baja recaudación. Sin embargo, al día siguiente, luego de enviar un mensaje indicando que visitaría a su hija y pagaría el seguro del auto, cortó toda comunicación.
Operativo de recuperación
Tras varios días de investigación y la correspondiente denuncia de Daniela, la PDI localizó al sospechoso este martes en el barrio La Cerámica, al noroeste de Rosario. Hernán Ariel Z., de 40 años, intentó evitar a los agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) caminando en dirección contraria al advertir su presencia. Fue detenido en Forteza y pasaje Forner, donde confirmaron que tenía un pedido de captura activo por el robo del taxi.
Al día siguiente, el vehículo fue hallado en una vivienda de la calle Bello al 4000, también en La Cerámica. En el lugar, un hombre identificado como Jonathan G. declaró que el sospechoso le había dejado el auto hace aproximadamente una semana. Por orden del fiscal Marcelo Vitola, el taxi fue secuestrado y Jonathan G. trasladado a la sede de la PDI para prestar declaración.
Relato de la víctima
Daniela describió los angustiosos días que siguieron a la desaparición del taxi. “Intenté comunicarme al mediodía del miércoles, pero los mensajes no llegaban. A la noche tampoco respondía las llamadas. Desde entonces, todo se volvió una pesadilla”, relató. Según la dueña, el sospechoso no mostró ninguna actitud inusual antes de desaparecer con el vehículo.
Creciente inseguridad en la ciudad
Este caso se suma a otros episodios recientes de inseguridad en Rosario, que afectan tanto a personas como a negocios. Aunque las fuerzas de seguridad intensifican los operativos, muchos ciudadanos expresan su preocupación por la creciente vulnerabilidad en distintos puntos de la ciudad.