Un sospechoso por integrar la célula de Los Monos que opera en la zona noroeste de Rosario fue acusado este lunes por el asesinato de otro miembro de la organización. Se trata de Kevin Israel Fracchia, a quien le atribuyeron haber matado a Alan Nahuel Carlini el pasado 7 de enero en Solís y Navarro. La madre del sospechoso es la suboficial de policía Analía Lorena Francia, que ya fue condenada en marzo por haber filtrado información de allanamientos a la estructura delictiva. Como instigador fue ubicado Julián Aguirre, que está sindicado como uno de los cabecillas de la banda y está preso.
La audiencia se realizó este lunes en el Centro de Justicia Penal y se reanudará este martes. La fiscal Marisol Fabbro imputó a Fracchia como el conductor de la moto desde la que un gatillero acribilló a Carlini. Y acusó a Aguirre por haber sido quien tuvo a su cargo la planificación.
Carlini había formado parte de la banda, ya que estaba a cargo de la recaudación de los búnkeres y también participaba como chofer en balaceras. De acuerdo a la información de la fiscal Fabbro, quería salir de la banda, pero aceptó realizar su último trabajo, que consistía en manejar una moto para un ataque a tiros. Esa, en realidad, fue la trampa que le tendió Aguirre, que básicamente acordó con la víctima su propia muerte.
El asesinato marcó a los investigadores judiciales algo que había comenzado a ocurrir en la célula de Los Monos: una fractura entre los cabecillas, Matías “Pino” César y Julián Aguirre por un lado, y Andy Benítez por el otro.
La interna de la subdivisión de Los Monos también ya había quedado en evidencia desde octubre del año pasado, cuando Andy Fabián Benítez fue apuñalado por César y Aguirre dentro del pabellón que compartían en la cárcel de Piñero.
Pero en el homicidio de Carlini se le dejó un mensaje escrito, como suele verse en distintas escenas criminales de Rosario, a través de notas. En este caso, una decía “Andy «El traidor» Benítez, así les va a pasar a todos los que anden con vos. La mafia no se traiciona”, de acuerdo a la nota publicada este martes por La Capital.
En la investigación fue clave el celular de la víctima, que contenía los chats con Julián Aguirre, con quien había pactado su último trabajo.