Las investigaciones en torno al trágico asesinato de Rosa Romero, una puestera de la Saladita, han llevado a los investigadores a creer que su muerte fue un trágico error causado por individuos inexpertos en la realización de tiroteos. Estos tiradores rústicos buscaban asesinar a otra persona en la misma feria del sur de Rosario. El caso se ha intensificado con la imputación de un joven verdulero de la zona oeste, quien fue señalado como partícipe en el homicidio.
El viernes, la Fiscalía presentó acusaciones contra el joven, alegando que puso su automóvil a disposición de los asesinos que, el 7 de octubre, mataron a sangre fría a Rosa Romero en la plaza Homero Manzi.
Ramiro P., ya contaba con un antecedente, luego de ser arrestado después de una persecución policial que terminó en Pérez. Viajaba en un Volkswagen Golf con las mismas características que los dos pistoleros utilizaron para escapar después de la muerte de Romero.
El sábado, el fiscal Ademar Bianchini atribuyó a Ramiro P. su participación en el homicidio de Romero. Se cree que transportó a dos sicarios, aún no identificados, hasta la feria de Salva y Laínez, sabiendo que estaban planeando un crimen.
Según las investigaciones, a las 16 horas, los asesinos se desplazaron del Golf hasta el puesto de Romero, donde uno de ellos le disparó a quemarropa cuando ella tenía la espalda girada. Luego, basándose en grabaciones de video, se presume que huyeron a pie hasta que regresaron al Volkswagen y se alejaron.
Después de presentar evidencia y escuchar los argumentos de la defensa, el juez Héctor Núñez Cartelle ordenó la prisión preventiva efectiva por el tiempo establecido por la ley para Ramiro P., acusado de homicidio agravado por el uso de un arma de fuego en calidad de partícipe primario.