Los incendios en el Delta del Paraná continúan y este flagelo que ya lleva varios años, se complicó aún más con la sequía y la tragedia ecológica se profundiza día a día un poco más. Una de las últimas postales fue la quema del Barquito San Andrés, frente a la costanera rosarina. El 61% de esta porción de isla quedó arrasada por las llamas.
En total, fueron más de 3.400 hectáreas de humedal destruidas en dos semanas, si se tiene en cuenta, también, porciones de tierra que pertenecen a Entre Ríos y están separadas del banquito por un canal interno del Río Paraná. Estiman que la recuperación será muy lenta.
“La bajante, sumada a la falta de lluvias, da como resultado un escenario muy desfavorable para la recuperación. Si el río sube mucho, la recuperación se acelera y, con eso, podemos pensar en que también la fauna lo haga. Pero sin el eslabón primario, todavía es impensable”, expresó Néstor Di Leo al diario La Capital, quien es ingeniero agrónomo e integrante del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
“En la Isla de los Mástiles estuvimos un año y medio después de los incendios y, todavía, la vegetación no está bien. El impacto supera largamente el año y con el río bajo, la normalidad todavía no ha vuelto al 100%”, detalló Di Leo, para agregar: “De seguir las cosas así (con respecto a la bajante), podemos decir con seguridad que al menos se tardará un año para recuperar la vegetación”, añadió.
