La detención de un cuidacoche en la jornada del martes tras la denuncia presentada por la titular de una escuela de música de la zona sumó a un nuevo capítulo digno de una pluma vinculada al realismo mágico.
Cerca de las 10:30 de la mañana, la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana tenía todo preparado para brindar una conferencia de prensa a los medios regionales para contar los detalles de la detención de un trapito por extorsión y amenazas, junto a la denunciante del hecho. Sin embargo, mientras Carolina Labayru comenzaba a hablar ante los micrófonos de los movileros presentes en Mendoza al 1300, la radio LT3 que se encuentra en esa misma dirección ponía en el aire la palabra del cuidacoche, apodado “Charly”.
Lo sorprendente del caso, es que el trapito se encontraba cruzando la calle del lugar en donde los equipos de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana realizaban la exposición de los hechos de la jornada del martes a resto de los medios. “Mi nombre es Carlos, soy papá de cinco hijos y trabajo desde el 2016 acá en el barrio, los vecinos y negocios me ayudan. Los que me conocen saben que yo no exijo nada, me conformo con un pancho y una coca” dijo “al aire Charly a LT3 mientras el tinte de la conferencia de prensa inicial iba cambiando de color.
Al ser anoticiada de la presencia del cuidacoches, Labayru solicitó la presencia de personal policial ya que en la jornada de ayer, se había labrado una orden de restricción para esta persona “para prohibir su ingreso a la ciudad, ya que es oriundo de Villa Gobernador Gálvez”. Palabras más, palabras menos y previo a ser detenido nuevamente, Carlos, el trapito, volvió a destacar que el es un trabajador y que quizás pueda ser un poco prepotente, pero que no obliga a nadie a pagarle.