Pese al crecimiento de la actividad económica y los números del empleo en alza, los niveles de pobreza siguieron en aumento durante el primer trimestre de este 2023, según surge del procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
De acuerdo al relevamiento, la razón del incremento de esa variable clave obedece a la incesante suba de la inflación, que acumuló un crecimiento del 115% en los últimos doce meses. De esto se desprende que la indigencia subió del 8,2% al 8,9% mientras que la pobreza del 34,2% al 38,7%.
Según el estudio, el empobrecimiento de los trabajadores ocupados ocurrió en todas las modalidades laborales (registrados y no registrados) y en los que se desempeñan por cuenta propia. Entre los ocupados la pobreza subió del 24,4% al 28,7%, algo inédito en la Argentina.
Tanto la línea de indigencia como la de pobreza se calculan en relación a la evolución de las canastas de alimentos y total que aumentaron más que la propia inflación.
A marzo, la línea de indigencia aumentó el 120,1% interanual, la de pobreza 113,2% y la inflación en 104,3%. El crecimiento interanual de 4,5 puntos (del 34,2% al 38,7%) significa que en 12 meses se agregaron 2 millones de nuevos pobres.
El dato del Indec es de 31 aglomerados urbanos, que totalizan 29 millones de personas. Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46,2 millones), incluyendo la rural, equivale a 18.000.000 pobres, de los cuales 4 millones son indigentes.
Entre los chicos menores de 14 años (un conjunto de la población que llega a los 11 millones de personas), la pobreza subió del 47,1% al 54,7%. Son 6.000.000 de niños y niñas que viven en hogares pobres.