La Justicia de Familia de Rosario ordenó al progenitor que cese con los actos de perturbación e intimidación contra su hijo y la mujer con la que tuvo un vínculo sentimental y es la madre del menor.
El juez Ricardo Dutto dispuso que el hombre, que es de profesión médico, no realice más llamadas telefónicas, envíe correos electrónicos, mensajes por facebook o cualquier red social y ejerza violencia que afecte al grupo familiar de la mujer y a su hijo. Además, resolvió suspender el régimen de comunicación paterno-filial. También ofició al Ministerio Público de la Acusación para que se investiguen presuntos delitos que el padre habría cometido.
El niño relató que el padre en invierno lo hacía dormir solo de noche en la terraza del edificio por no hacer la tarea y por no limpiar el departamento. Asimismo, le advertía que no le contara a la madre, por de lo contrario la iba a matar. El menor tenía conductas irracionales en la escuela y se escapaba de clases. Narró que una vez le hizo hacer la comida, la ingirió el padre y la sobra del plato se la dio a él. Sostuvo que en una oportunidad lo ató por las piernas y manos y lo colgó del balcón del departamento ubicado en un edificio en el macrocentro rosarino. También lo castigaba de diferentes maneras cuando tenía malas calificaciones en la escuela.
El menor, que tiene 10 años, ahora no quiere ver a su padre ni que tampoco lo llame por teléfono. Sostuvo el magistrado en la resolución que “se tiene especialmente en cuenta el interés superior del niño, la normativa en materia de violencia doméstica y de debe lograr un eficaz e inmediato cese de la situación de crisis aguada provocada como consecuencia de vínculos familiares en los que impera el maltrato físico y/o psíquico”.
Agregó que “en el estado actual el espacio de revinculación paterno filial resulta insostenible dado el profundo deterioro en el vínculo afectivo entre el hijo y el padre, hechos que han afectado la salud psíquica y física del niño” que tiene 10 años. Las abogadas patrocinantes de la mujer fueron las doctoras María Verónica León y María Fernanda Migoya. La relación sentimental entre la mujer y el hombre de conductas insólitas con su hijo fue sólo superficial y sin mucho compromiso de pareja.