A pesar de los esfuerzos por prevenir la ludopatía entre los jóvenes, la Ciudad de Rosario vive una contradicción insólita: los colectivos del transporte público siguen luciendo publicidades de casas de apuestas online en sus lunetas, mientras el propio Estado promueve campañas para desalentar el juego entre adolescentes.
El concejal Federico Lifschitz volvió a poner el tema sobre la mesa y reclamó una rápida sanción de su proyecto para prohibir este tipo de anuncios en los colectivos urbanos. “Desde hace tiempo vemos cómo en Rosario se promocionan las apuestas en el transporte público de pasajeros. Creemos que eso no corresponde, que es irresponsable, y por eso presentamos un proyecto para retirar de manera inmediata toda publicidad vinculada al juego en estas unidades”, señaló el edil.
La preocupación no es menor: según datos oficiales, uno de cada cuatro adolescentes en Argentina ha apostado alguna vez, y muchos lo hacen con regularidad. La facilidad de acceso a las plataformas digitales, sumada a la constante exposición a estímulos publicitarios, agrava el riesgo de adicción y el impacto sobre la salud mental de los más jóvenes.
“Es totalmente contradictorio que, por un lado, se inviertan recursos públicos en campañas de prevención de la ludopatía, pero por otro se permita la promoción del juego en un servicio esencial como es el transporte público”, remarcó Lifschitz. A su entender, el Estado debe asumir un rol más coherente y activo frente a un problema que ya afecta a miles de familias rosarinas.
El proyecto de ordenanza, que aún no fue tratado por el Concejo Municipal, busca prohibir expresamente toda forma de publicidad relacionada con apuestas o juegos de azar en los vehículos del sistema de transporte urbano. La medida apunta a reducir la exposición de adolescentes y jóvenes a estos contenidos, especialmente en espacios de circulación masiva.
Mientras tanto, la contradicción sigue vigente: los mismos colectivos que transportan a jóvenes a las escuelas donde se dictan talleres sobre los peligros del juego compulsivo, exhiben anuncios que incentivan las apuestas con mensajes llamativos y promesas de premios fáciles.
La iniciativa de Lifschitz cuenta con el respaldo de organizaciones dedicadas a la salud mental y la prevención de adicciones, que piden un tratamiento urgente del proyecto. “No se puede hablar de prevención sin eliminar los mensajes que banalizan y normalizan una problemática tan seria”, concluyen.