Luego de reconocer mediante una “fe de erratas” los errores en el proyecto de la Ley de Bases que envió al Senado, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, realizó un descargo por lo sucedido y apuntó a los legisladores de Unión por la Patria.
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“Agradecemos al Diputado Martínez la revisión del texto de la Ley de Bases y haber detectado simples errores involuntarios de tipeo en la transcripción de la comunicación de la ley. Evidentemente su experiencia en la práctica parlamentaria y la cantidad de fe de erratas efectuadas sobre este tipo de errores durante la gestión anterior, pone de manifiesto que son problemas que generalmente pueden suscitarse en leyes de este tamaño e importancia”, escribió Menem en su cuenta de X.
A modo de chanza, agregó: “Lo que no resulta casual es la actitud de UP (Unión por la Patria) ante otra derrota legislativa. Seguramente para ese sector que siempre impuso sus leyes convirtiendo al Congreso casi en una escribanía del Ejecutivo y sin articular consensos ni escuchar al resto de los sectores políticos de la Cámara, la aprobación de esta Cámara de la Ley de Bases, debe haber significado un duro golpe para su conducción y para su forma de afrontar la agenda legislativa, más destinada a impedir que a reconocer la nueva realidad política de la Argentina”.
Menem sostuvo que el hecho de que un “puñado minúsculo” de legisladores de La Libertad Avanza hayan podido obtener la media sanción del megaproyecto articulando con bloque dialoguistas que “debe llenar de interrogantes a la conducción de UP que, con algunos aliados de la izquierda, llegan a triplicar al Bloque oficialista”.
“Esto, tal vez no signifique un triunfo de la Libertad Avanza en sí mismo, sino que evidencia el fracaso de una forma de hacer política, a la cual el 56 por ciento de los Argentinos les dijo que no hace algunos meses”, expresó.
Luego denunció que Unió por la Patria busca “embarrar la cancha” convocando “sesiones especiales en fechas de imposible cumplimiento -como quedó demostrado la semana pasada- para después decir que hay un “delito penal” en la no realización de la misma, recuperando de forma repentina la memoria y el apego por el constitucionalismo, pidiendo a gritos tratar los DNU que antes cajoneaban o sobreactuando sobre el hecho de haber detectado mínimos errores de transcripción menores de una ley, que no alteran en nada su espíritu y que son frecuentes en este tipo de normas tan extensas”.
“Pretender que sea malicioso que en dónde decía ´autorización´ dice ´permiso´ cuando la ley en todo el artículo involucrado usa tales términos en varias ocasiones, en forma indistinta y como sinónimos para referirse a lo mismo, y que por el error humano en la transcripción, se pretenda tornar nula la comunicación, suena a desesperación”, finalizó.