Tras la balacera que se registró contra un edificio público de Rosario, el centro de Distrito Sudoeste Emilia Bertolé, para dejar un mensaje entre bandas criminales. El intendente Pablo Javkin suspendió su actividad de la mañana y se dirigió al lugar donde brindó una conferencia de prensa donde reclamó que el ministro de Seguridad santafesino, Rubén Rimoldi se mude a la ciudad.
“A mí no me van a balear una oficina municipal y voy a andar anunciando una bicisenda, me perdonan”, se excusó el intendente, con ironía, por la suspensión de la presentación del nuevo Plan de movilidad para el Parque Independencia que tenía previsto hasta que se enteró del nuevo ataque.
Javkin recordó que en diciembre pasado presentó con el propio gobernador Omar Perotti un destacamento fijo en el Distrito baleado. “No funciona más”, dijo. Y se quejó de la inacción policial.
“¿Dónde está la Policía? No es que dude, no están”, preguntó y se respondió.
“El límite es que se tiene que terminar esto, que se venga a vivir el ministro acá”, reclamó, en referencia a Rimoldi.
El 1º de diciembre Perotti y Javkin habían firmado un convenio para la puesta en marcha de tres Centros Operativos Policiales (COP) que iban a funcionar en Centros de Distrito Municipales con un móvil con dos agentes policiales y dos más dentro de cada predio.
El Distrito Emilia Bertolé fue uno de los tres primeros donde se instaló el COP, los otros dos fueron el Distrito Noroeste y el Oeste.
De ahí el enojo del mandatario municipal que advirtió la inacción de la policía en el lugar, a poco más de dos meses de haberse instalado.
“¿No reaccionan en un edificio que están ellos?”, criticó sobre la policía.
Además, se refirió a los otros hechos de inseguridad que se contaron en los últimos días, muchos de los cuales tuvieron el mismo modus operandi: balaceras contra edificios públicos o comercios para enviar mensajes. Por ejemplo, la comisaría 32ª contra la cual se efectuaron disparos, desde una bicicleta.
“¿Cómo puede ser que ven que balean en bicicleta y nadie los persigue?”, sumó.