La secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, controló una sociedad comercial en Miami que compró “al menos cuatro propiedades” y las vendió un año antes de la campaña presidencial de su hermano. La cifra total en que se desprendió de los inmuebles ronda los 2,7 millones de dólares y a los cuales habría accedido con cuatro créditos hipotecarios.
El periodista Hugo Alconada Mon, en una investigación coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), accedió a documentos que prueban los movimientos y que fueron publicados en el diario La Nación. “A través de la sociedad estadounidense Alkary Investments LLC, Karina Milei y sus padres, Norberto Milei y Alicia Lucich, adquirieron las propiedades en Miami y localidades aledañas entre 2018 y 2019”, relata el informe.
De acuerdo a la publicación periodística, los tres familiares del Presidente figuraron como directivos de la sociedad. Entre 2021 y 2022, tras la pandemia y en la previa a un lanzamiento presidencial de Javier Milei que ya apuntaba a la banca de diputado nacional, el grupo familiar vendió los inmuebles. De hecho, el último departamento se vendió cuando el actual mandatario ya había asumido en la Cámara baja. Estos movimientos no fueron declarados en AFIP por ninguno de los mencionados. Tampoco surgen datos sobre si la hermana del presidente “aportó capital a -o retiró fondos de- las operaciones inmobiliarias que desarrolló en el estado de Florida”.
Cabe recordar que la secretaría general de la Presidencia, ya como funcionaria pública, informó ante la Oficina Anticorrupción un patrimonio de $1.700.000, el más austero de todo el gobierno nacional. Solo apuntó ser dueña de una propiedad en Vicente López a causa de un adelanto de herencia en 2011. En ese momento, no declaró ninguna propiedad en el exterior ni tampoco cuenta bancaria.
El mismo medio da cuenta de la explicación del gobierno a través del vocero Manuel Adorni. “El origen de los fondos fue la venta de empresas de Norberto Milei”, dijo. También aclaró que la familia compró cuatro departamentos en Estados Unidos, “sin la participación de Javier Milei”, quien estaba distanciado de sus padres.
La idea de la familia era ponerlos en alquiler para que no resulten un gasto pero apareció la pandemia y cambiaron los planes. Cayeron las reservas y los viajes por lo que “nunca se generaron ingresos” por lo que fueron puestos a la venta.