Hasta la fecha, el precio del aceite en Argentina estaba subsidiado a través de un fideicomiso a las exportaciones. Dicho fideicomiso tenía previsto para el 2022 unos 190 millones de dólares, pero los fondos se terminaron antes que el año y el Gobierno Nacional habría decidido no poner más dinero en el fideicomiso, dejando liberado el precio del aceite.
Según los almaceneros, la decisión de las aceiteras fue trasladar el total del costo a los vendedores, siendo los pequeños comercios los más perjudicados, con un incremento del 125% de la noche a la mañana.
“La liberación del precio fue el resultado de una reunión que mantuvo el secretario de Comercio Exterior, Matías Tombolini, con representantes de la industria aceitera argentina”, dijo a Cadena 3 Germán Romero, director del Centro de Almaceneros.
El encuentro al que Romero se refiere tuvo lugar el pasado 23 de agosto, fecha en la que se expuso que el mecanismo había agotado sus recursos previstos para el 2022. La decisión fue abrupta: retirar todo tipo de subsidios, pero solo al canal minorista.
Así, desde este miércoles, el precio del aceite en los pequeños comercios de proximidad, almacenes y autoservicios sufrió un incremento del 125%, mientras que las grandes superficies, supermercados e hipermercados, se trasladó un 22%.
Es decir que una botella de 1,5 litros de aceite en un local de cercanía se va a conseguir entre $900 y $1000, mientras que en grandes superficies costaría alrededor de los $650.
“Los pequeños comerciantes lo adquieren a $750 y obtienen un margen de utilidad de cerca del 30%”, detalló Romero.
“Estamos sorprendidos y muy preocupados por esta decisión conjunta del Gobierno y la Industria Aceitera Argentina que, indudablemente, margina a los comercios minoristas”, finalizó.