El precio de la carne registró un aumento promedio del 12% en la última semana, aunque en algunos comercios minoristas el ajuste aún no se trasladó por completo al mostrador. La suba responde a factores estructurales del mercado ganadero y a una oferta limitada que arrastra consecuencias de la sequía de los últimos años.
Juan Ramos, titular de la Sociedad de Carniceros, explicó en diálogo con VersiónRosario que la situación actual es resultado de una menor disponibilidad de terneros. “Venimos de una sequía muy importante, con una venta sostenida de vacas durante tres años. Eso redujo la cantidad de terneros disponibles y ahora la oferta es baja, lo que complica el panorama”, detalló.
En este contexto, los consumidores modifican sus hábitos de compra. “La gente entra, pregunta y decide según el bolsillo. Muchos buscan cortes más económicos o directamente optan por otras proteínas como el pollo, que se volvió una alternativa clave”, señaló Ramos.
Actualmente, un pollo entero ronda entre los $8.000 y $9.000, con capacidad para alimentar a cuatro personas, lo que lo convierte en una opción más accesible frente al aumento de la carne vacuna.
En las carnicerías también se observa una mayor demanda de cortes menos tradicionales pero más económicos, que ganaron popularidad en los últimos meses. “La marucha, la palomita, el chingolo… son cortes que antes no se pedían tanto y hoy se consumen mucho más. La gente busca variantes para seguir incluyendo carne en su dieta sin desajustar su presupuesto”, indicó el referente del sector.
Los productos elaborados, como hamburguesas, milanesas o embutidos, también ganan terreno. Según Ramos, son otra forma de mantener el consumo de carne adaptándose a la situación económica. “Son todas estrategias que las familias van adoptando según lo que pueden pagar”.
El aumento del precio de la carne se da en un escenario de inflación generalizada y pérdida del poder adquisitivo, donde los consumidores comparan precios, priorizan promociones y ajustan la calidad o cantidad de los productos que compran.
Si bien la suba aún no se hizo sentir con la misma intensidad en todos los puntos de venta, desde el sector cárnico advierten que la tendencia alcista podría continuar si no mejora la oferta ganadera. Mientras tanto, el mostrador refleja una realidad en la que cada decisión de compra está condicionada por el bolsillo.