La diputada nacional por Santa Fe, Rocío Bonacci, miembro de La Libertad Avanza, sorprendió a todos durante la sesión del miércoles al votar accidentalmente a favor de su propia expulsión del Congreso. Este incidente ocurrió en el marco de la polémica por la visita que un grupo de legisladores de su bloque realizó a represores de la última dictadura militar detenidos en el penal de Ezeiza.
La confusión de Bonacci surgió porque interpretó erróneamente la moción de apartamiento de reglamento presentada por Unión por la Patria. Creyó que la votación estaba relacionada con la creación de una comisión especial para evaluar la conducta de los diputados libertarios, cuando en realidad se trataba de un proyecto impulsado por la diputada Gisela Marziotta, también de Unión por la Patria, que buscaba la expulsión de seis legisladores liberales, incluido Bonacci.
A pesar de que Bonacci había rechazado entrar al pabellón donde estaban los represores, su nombre fue incluido en el pedido de expulsión, junto al de otros diputados involucrados en la visita, como Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo, y Lourdes Arrieta. Desde que estalló la controversia, tanto Bonacci como Arrieta han intentado distanciarse del organizador de la visita, alegando que fueron “engañadas” sobre el verdadero propósito del viaje al penal.
Finalmente, la votación para expulsar a los diputados de La Libertad Avanza fue rechazada, con 102 votos a favor, 121 en contra y cinco abstenciones.