La Justicia condenó al Hotel Savoy por la caída de un ascensor

La Justicia rosarina condenó al hotel Savoy por los daños y perjuicios sufridos por un hombre al desplomarse un ascensor.
El 26 de julio de 2018 concurrió al hotel porque había sido invitado a una reunión organizada por una empresa.
En la demanda patrocinada por el abogado Roberto Vazquez Ferreyra manifestó que poco antes de la medianoche decidió retirarse y se dirigió al sector donde están los ascensores.
Dentro de la cabina y sin posibilidad de salir, observó que el ascensor a pesar que estaban aún las puertas abiertas, se deslizó hacia abajo, adquiriendo cada vez mayor velocidad.
Sostuvo que finalmente llegó el impacto. El golpe fue brutal y lo sintió en todo el cuerpo, en todo sus órganos. Estaban unos encima del otro, sin poder moverse, aturdidos y lesionados en el fondo del pozo del ascensor hasta que llegaron los rescatistas, los retiraron y fue trasladado a un sanatorio donde recibió las primeras atenciones de urgencia.
Sufrió politraumatismos con predominio de la región de columna vertebral. Luego de los estudios se le confirmaron fracturas de cuerpos vertebrales.
Fue operado 4 días después, quedando internado hasta el 4 de agosto, fecha en que se le da el alta con indicación de reposo absoluto en domicilio y posterior tratamiento kinesiológico.
Estuvo tres meses sin poder ir a trabajar al negocio del cual es titular y que le cuesta desempeñarse en todos los ámbitos de la vida, incluso hasta cuando duerme.
Tuvo que suspender un viaje a Estados Unidos que iba a realizar con su familia y perdió todo lo que había abonado.
Al contestar la demanda la firma propietaria del céntrico hotel sostuvo que “en el ascensor había 11 personas y la capacidad máxima era para seis personas, estando esto último debidamente señalizado dentro del ascensor”.
Señaló que una pericia técnica determinó que “el ascensor se encontraba en perfecto estado de conservación y mantenimiento, encontrándose incluso luego del siniestro encarrillado correctamente en sus guías y sin presencia de roturas ni desgastes anormales, entre otras cosas”.
En la resolución la jueza en lo civil y comercial María Silvia Beduino afirmó que “no cabe duda que la relación entre un cliente de un salón de eventos y el propietario del mismo es de naturaleza contractual, surgiendo en forma accesoria para este último la obligación de brindar seguridad a todos los concurrentes”.
Añadió “que ésta obligación de seguridad es de resultado, es decir que el titular del salón de eventos debe asegurar la salida de sus co contratantes en la misma forma que ingresaron al local”.
El perito concluyó que “el descenso a velocidad descontrolada del ascensor nro. 2 del Hotel Savoy se produjo como consecuencia de la sobrecarga que se encontraba en el interior de la cabina (11 personas adultas siendo la capacidad máxima estipulada 6 personas). Dicha sobrecarga supera la capacidad frenante del equipo y comienza el descenso descontrolado de la cabina con sus ocupantes en el interior”.
Sostuvo la jueza que “la ley prescinde de la noción de culpa de los demandados y al enfrentar al tercero que sufre el daño derivado de la propia naturaleza de la cosa con aptitud para lesionar legítimos intereses de otros impone al sujeto responsable el deber jurídico de afrontar los perjuicios que genere aún inocentemente”.
Puntualizó que “el hecho de que hayan subido al ascensor más personas que las que el habitáculo permitía, no puede ser alegada como eximente de responsabilidad. Para que pueda operar la ruptura del nexo de causalidad debió probarse por ejemplo que existieron controles de seguridad efectivos”.
Por los rubros incapacidad, gastos, prótesis, daño moral y frustración de viaje familiar el hotel Savoy y la firma Bitania 26 S.A. fueron condenados en primera instancia a pagar las sumas de 4.667.000 pesos y 1.950 dólares, más los intereses correspondientes.
El demandante apeló la sentencia por disconformidad con los montos establecidos y los condenados se estima que también recurrirán la resolución