Tras un año de la reglamentación de la ley nacional de alcohol cero, la Legislatura de Santa Fe retomará el debate sobre la adhesión a la normativa que prohíbe la conducción con cualquier nivel de alcohol en sangre. La comisión de Salud de la Cámara de Diputados está evaluando un proyecto que elimina cualquier tolerancia al alcohol en las rutas y caminos provinciales. Santa Fe sigue siendo una de las cinco provincias que aún no implementa la tolerancia cero.
Este es el segundo intento de que la provincia se adhiera a la ley nacional en la Cámara de Diputados santafesina. La primera vez, el proyecto fue aprobado pero no llegó a ser tratado en el Senado y perdió su estado parlamentario. En la Cámara Alta, una iniciativa similar respaldada por el entonces gobernador Omar Perotti también quedó sin tratar.
Con estos antecedentes, el diputado provincial Fabián Palo Oliver, del bloque Frente Amplio por la Soberanía, volvió a presentar en febrero pasado su proyecto de ley sobre alcoholemia y narcolemia. La propuesta comenzó a discutirse la semana pasada en la comisión de Salud de la Cámara baja.
“Queremos concienciar sobre los efectos nocivos del consumo de alcohol y otras sustancias en la conducción de cualquier tipo de vehículo”, explicó Oliver. Añadió que “es alarmante que el número de conductores que consumen estas sustancias esté aumentando en las áreas donde se realizan controles o se estudia la incidencia de accidentes relacionados con estupefacientes”.
El proyecto establece que cualquier conductor de vehículos, incluidos motocicletas, ciclomotores o cuatriciclos autorizados para el tránsito público, será sancionado si presenta una alcoholemia superior a cero miligramos por litro de sangre o si está bajo los efectos de drogas, medicamentos o productos que alteren el sistema nervioso central. Las sanciones van desde multas de 300 a 1,000 unidades fijas (equivalentes a 160,000 a 525,000 pesos) hasta la inhabilitación para conducir por periodos de quince días a dos años.
De manera excepcional, la propuesta no aplicará sanciones de multa o inhabilitación “cuando la medición de alcohol sea de hasta dos décimas de gramo por litro de sangre”. En estos casos, el infractor no podrá seguir conduciendo y, si no tiene un acompañante en condiciones físicas y legales para tomar el volante, deberá cubrir los costos del acarreo y depósito del vehículo.
Además, los conductores con alcoholemia o narcolemia positiva deberán asistir a un curso de reflexión y revisión de conducta de seis horas impartido por la Agencia Provincial de Seguridad Vial. En caso de reincidencia, el curso se extenderá a doce horas con la elaboración de un trabajo final sobre el tema.
Oliver señaló que la norma ha sido analizada por la agencia provincial encargada de la seguridad vial y ha generado consenso entre los diputados de la comisión de salud.
La implementación de una ley de alcohol cero unificaría los criterios de circulación en las rutas de Santa Fe, que actualmente permiten hasta 0.5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de vehículos particulares en vías provinciales, mientras que en las nacionales la tolerancia es cero.
Asimismo, varias localidades santafesinas, incluidas Rosario y la capital provincial, han avanzado hacia la restricción total de alcohol para la conducción mediante ordenanzas específicas aprobadas por el Concejo Municipal. Esto crea diferentes restricciones para los conductores que transiten por estas ciudades, sus avenidas de Circunvalación y las rutas provinciales.
En Rosario, la ordenanza de alcohol cero está en vigor desde abril de 2021 y ha mostrado resultados positivos: en dos años, la cantidad de infractores ha disminuido del 10 al 5 por ciento en las calles de la ciudad.