La situación crítica de los 28 kilómetros que conforman la avenida de Circunvalación sigue siendo un reflejo de abandono, un problema que comenzó en la gestión anterior y se ha agravado bajo el mandato del presidente Javier Milei. Los pastizales y malezas crecen sin control en las banquinas, mientras que la prometida mejora en la iluminación quedó incompleta. Ante este escenario, el gobierno municipal ha planteado la posibilidad de hacerse cargo de la autopista urbana, pero con una condición clara: que se transfieran los recursos necesarios para su mantenimiento. Actualmente, la administración de la vía está a cargo de la empresa estatal Corredores Viales, una subsidiaria de Vialidad Nacional, cuyo desempeño ha sido altamente cuestionado.
El intendente Pablo Javkin, en una dura crítica al gobierno nacional, expresó: “No van ni a cortar el césped”, haciendo referencia al estado de abandono que se observa a lo largo de toda la traza. La Circunvalación, que tardó casi una década en ser reformada para agregar un cuarto carril y mejorar la conectividad, ahora enfrenta serios problemas de mantenimiento. La falta de cuidado no solo compromete la seguridad vial debido a la altura de los pastizales, sino que también genera acumulación de basura, escombros en las colectoras y peligrosas “bocas de lobo” en los tramos sin iluminación, lo que pone en riesgo la transitabilidad.
Este contexto no es nuevo. El ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, ha realizado hasta ocho viajes a la Capital para insistir en la necesidad de mantener las rutas que cruzan la provincia o, en su defecto, delegar las facultades necesarias para que el gobierno provincial pueda llevar a cabo las obras pertinentes. Sin embargo, la respuesta ha sido limitada y los problemas persisten.
Por su parte, Sebastián Chale, secretario de Gobierno municipal, explicó que esta situación de abandono se arrastra desde fines del año pasado, pero se ha vuelto más evidente este verano debido al crecimiento acelerado de la vegetación tras las lluvias, los incendios recurrentes y los problemas de seguridad relacionados con la falta de iluminación en las colectoras.
Desde la Intendencia, se han realizado gestiones en dos frentes. Por un lado, se han mantenido comunicaciones con los despachos nacionales, incluidas cartas documento a Corredores Viales. Por otro, se ha comenzado a trabajar con el gobierno provincial en un plan alternativo que brinde una solución definitiva. Chale destacó como ejemplo el modelo de administración conjunta de la autopista a Santa Fe, gestionada a través de un fideicomiso con el Banco Municipal. Según el funcionario, esta experiencia ha permitido reducir los costos operativos y mejorar los servicios en ruta. No obstante, dejó en claro que no es posible asumir más responsabilidades sin la garantía de contar con los recursos necesarios para su gestión.