El Gobierno de la Provincia aumentó a 30 millones de pesos la recompensa para quienes proporcionen información verificable sobre el paradero de Paula Perassi, desaparecida el 18 de septiembre de 2011 en San Lorenzo. La investigación judicial por su desaparición resultó en la condena de su amante Gabriel Strumia y su esposa Roxana Michl.
La resolución, firmada este martes por el ministro de Seguridad y Justicia Pablo Cococcioni, asegura que la identidad de los informantes será protegida. El fiscal Aquiles Balbis, de San Lorenzo, está a cargo de la investigación actual.
Según el documento, la información puede ser entregada en cualquiera de las sedes de las Fiscalías regionales del Ministerio Público de la Acusación en Santa Fe, Rosario, Venado Tuerto, Reconquista o Rafaela.
La desaparición de Paula ocurrió el domingo 18 de septiembre de 2011 a las 20:46. Paula Perassi, de 34 años y residente de San Lorenzo, recibió una llamada telefónica. Luego, le dijo a Rodolfo Daniel Ortiz de Elguea, padre de sus dos hijos –Lucas de 6 años y Agustín de 2– que iría a recoger la tarea del mayor a casa de una vecina. Vestía jeans, una campera, un chaleco negro y zapatillas blancas, y llevaba los aros de oro que su madre, Alicia, le había regalado, junto con una cartera de mano. Al salir de su hogar, ubicado en el primer piso de Entre Ríos 799, nadie volvió a verla.
Inicialmente, las investigaciones se centraron en Ortiz de Elguea, pareja de Paula. Él reveló que su relación estaba deteriorada, que Paula dormía en otra habitación y pasaba mucho tiempo en Facebook. Esta red social permitió descubrir su relación extramatrimonial con Gabriel Strumia, un empresario de San Lorenzo y amigo de la familia Perassi, además de su embarazo de pocas semanas. También se encontraron búsquedas de clínicas para abortar y conversaciones con José Luis Freijomil, amigo de Strumia, donde Paula expresaba su deseo de continuar con el embarazo.
Aunque Paula nunca conoció a Freijomil en persona, él era el único conocedor de su relación con Strumia. La confianza que Paula depositó en Freijomil se reflejó en sus mensajes, como el que envió un día antes de desaparecer: “Amigo, llegó el día. Si no me ves más por Face es porque pasó lo peor. Quiero que sepas que te quiero mucho. Nos vamos a Rosario a hablar con el médico, no sabés el miedo que tengo, amiguis. Rezá para que no me pase nada”.
Gabriel Strumia, condenado a 17 años de prisión por la privación ilegítima de la libertad coactiva agravada de Paula, y su esposa Roxana Michl, condenada a 6 años como partícipe secundaria del mismo delito, fueron los principales acusados. Antonio Díaz, chofer de Strumia, Mirtha Rusñisky, acusada de realizar el aborto clandestino, y los policías Jorge Krenz, Adolfo Puyol, Gabriel Godoy, María José Galtelli y Adolfo Gómez, sospechosos de encubrimiento, fueron absueltos.
La desaparición de Paula Perassi sigue siendo un enigma, a pesar de las condenas y un prolongado proceso judicial que no ha logrado revelar su destino.
