El ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, criticó con dureza la falta de respuesta del gobierno nacional ante la crítica situación vial que se vive en los accesos a los puertos del Gran Rosario, en plena llegada de la cosecha gruesa. Según sostuvo, desde la gestión de Javier Milei “no hay interés alguno por lo que ocurre más allá de la General Paz”, lo que impide avanzar en una solución de fondo para un problema que se repite todos los años.
Cada temporada, más de 1.800.000 camiones ingresan a la región para descargar granos en los 32 puertos privados ubicados al norte y sur del Gran Rosario. Ese flujo colapsa rutas, caminos provinciales y calles municipales, generando malestar en los vecinos y complicaciones para los propios transportistas. Enrico reconoció que ese malestar es “totalmente comprensible” y remarcó la necesidad de un cambio estructural en el sistema vial de acceso a las terminales portuarias.
El funcionario recordó que la mayoría de los tramos más críticos corresponden a rutas nacionales, que se encuentran en mal estado y sin mantenimiento. Pese a que el ministro de Economía, Luis Caputo, se había comprometido a ceder la administración de la ruta A012 –un anillo clave para reorganizar el tránsito hacia los puertos–, el acuerdo nunca se concretó. “El gobierno nacional no cumplió su palabra”, lamentó Enrico.
Frente a la falta de acción de Nación, algunos municipios decidieron tomar cartas en el asunto. Enrico mencionó, por ejemplo, el caso de Puerto San Martín, donde el intendente ordenó reparar por su cuenta un tramo de la Ruta 11, ante la ausencia total del Estado nacional. “Llevamos años sosteniendo una red vial que no está pensada para este tipo de tránsito. Necesitamos un sistema moderno y eficiente”, planteó el ministro.
A pesar de los reiterados viajes a Buenos Aires para gestionar la transferencia de las rutas, desde la administración libertaria no hubo avances. “Les pedimos que nos cedan las rutas, que se corran y nos dejen trabajar, pero no obtuvimos respuesta. La mirada sigue concentrada en el AMBA, como si el resto del país no existiera”, disparó Enrico.
Ante este escenario, el gobierno provincial decidió avanzar por su cuenta. Enrico anticipó que en los próximos días presentará al gobernador Maximiliano Pullaro un ambicioso plan para reformular el sistema de ingreso a los puertos, mediante un modelo de concesión que requerirá una inversión superior a los 700 millones de dólares. El proyecto contempla la realización de 39 obras y será financiado a través de la tasa de ingreso a las terminales.
“Apuntamos a un modelo integral, centralizado en un único ámbito de gestión, con legislación propia y una planificación a largo plazo. Queremos un sistema con trazabilidad para los próximos 30 años”, concluyó el ministro, convencido de que Santa Fe debe dejar de esperar señales desde Buenos Aires y tomar el control de su infraestructura estratégica.