Rosario y la región se encuentran bajo un sistema de altas presiones, que genera temperaturas en aumento e impide la descarga de precipitaciones. El calor propongado y progresivo será la constante. No obstante, podría haber precipitaciones producto de la energía acumulada.
La jornada amaneció un tanto fresca en los inicios de esta semana después de un fin de semana pesado y con altas temperaturas. La lluvia del lunes por la madrugada y el giro del viento hacia el sector sur descendió unos cuantos grados la temperatura.
La mañana del martes registró una mínima de 11ºC y la mañana de este miércoles apenas ascendió unos grados. Sin embargo, desde este mediodía el termómetro comenzó a ascender y así seguirá durante la semana e incluso en el fin de semana hasta el martes de la próxima semana.
“Entramos en un período prolongado de calor que perdurará incluso hasta el próximo martes; son aproximadamente siete días de calor, donde las mínimas van a superar los 18ºC hacia el viernes y las máximas superarán los 33ºC y 37ºC”, comentó la meteoróloga Vanessa Balchunas en declaraciones a La Capital.
Balchunas también apuntó que durante este lapso se registrarán “sensaciones térmicas muy elevadas producto de un centro de altas presiones, que impiden que los vientos del sector este lleguen con humedad y muevan esta masa de aire cálido sobre nuestra zona”.
“Al haber poco viento hace que el calor se instale y perdure en la zona y no descienda por la noche. Ese factor se agudizará el fin de semana, donde el viento del noreste aportará algo de humedad y probabilidad de tormentas, las cuales no se desarrollarán por ingreso de aire frío sino por el calor y energía acumulada”, concluyó.
A su vez, la especialista anticipó que diciembre será similar, con temperaturas elevadas durante períodos prolongados, pero con ingresos de aire frío que pueden favorecer al descenso abrupto de temperaturas con valores de 10ºC.
Los efectos del calor
Balchunas explicó que “no hace falta que sea una ola de calor para sufrir las consecuencias que provocan las altas temperaturas. Este factor afecta a la población mayor de 65 años y niños, quienes deben evitar actividades con exposición al sol, hidratarse, utilizar ropa fresca y buscar lugares ventilados porque pueden correr riesgos, según comentó.
No obstante, esas temperaturas no necesariamente corresponden a una ola. Para ello se tienen que dar ciertas condiciones tales como umbrales específicos: mínimas que no desciendan de los 22,9ºC y máximas que superen los 32,9ºC durante tres días consecutivos.