En los últimos meses, Netflix comenzó a pensar distintas estrategias para mantener el liderazgo dentro del mundo de los contenidos por streaming. La enorme cantidad de plataformas y las ofertas exclusivas de contenidos como las de Disney, HBO o Star + por citar algunos ha empezado a redefinir el universo televisivo, el cual va mutando a un universo de plataformas.
Quizás por esto mismo, en las oficinas de Netflix se debaten diariamente las nuevas estrategias de cara a los próximos diez años. La plataforma fue la pionera en cuanto al cambio cultural de incorporar a las plataformas de streaming a la vida cotidiana y por eso mismo también, durante años fue creciendo en cuanto a liderazgo en el sector, innovando constantemente y asestando golpes certeros y mortales a la vieja televisión que presenciaba su ocaso en vida sin saber como torcer la pulseada letal.
Sin embargo y como suele ocurrir en este tipo de mercados, después de unos años de irreverencia, los viejos gladiadores de los grandes medios, se acomodan, entienden el negocio y vuelven a ponerse en carrera. Netflix sabe que su reinado está cada vez más discutido y que su camino tendrá bastantes piedras en el camino y quizás por eso al primer zimbronazo ocurrido meses atrás del primer trimestre en caída de suscriptores de su historia, se le sumó luego la apática medida para algunos países del cobro por domicilio de conexión, algo que fue suspendido por unos meses, pero que sigue teniendo fecha próxima de estreno, derivó en un importante movimiento gerencial.
Días atrás el cofundador de la plataforma, Reed Hastings, decidió dejar su puesto como CEO de la gigante empresa y ahora, su ex socio y codirector ejecutivo, Ted Sarandos, junto al director de operaciones, Greg Peters, serán los responsables del futuro de la N. “Nuestra junta ha estado discutiendo la planificación de la sucesión durante muchos años (¡incluso los fundadores deben evolucionar!)”, expresó Hastings en su carta de renuncia.
¿Tendrá futuro Netflix o ya empieza a pensar en su fecha de vencimiento?