La sequía que desde hace meses azota a la región agropecuaria podría traer más de un dolor de cabeza a la tesorería de Nación, ya que el Gobierno dejará de percibir 1.440 millones de dólares en impuestos. A su vez, el sector productivo sufrirá una pérdida de ingresos por USD2.926 millones, de acuerdo a estudios privados. La datos se conocen a poco tiempo del plazo máximo para el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual habrá que desembolsar un monto importante de dinero, que en parte se obtiene de los gravamen al campo.
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el ajuste en los ingresos por derechos de exportación será de USD1.038 millones. El mayor impacto será en el poroto de soja, con USD578 millones menos, seguido de maíz (USD205 millones); harina y pellets de soja (USD162 millones) y aceite de soja, con USD93 millones.
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En el caso de las pérdidas directas para los agricultores, se calculó USD1.525 millones por la soja, de los cuales USD1.361 millones corresponde a superficie cosechada y el resto en hectáreas sembradas y no recolectadas. En cuanto al maíz, la cifra es de USD1.400 millones, con USD1.291 millones por caída en la trilla.
La falta de lluvias en los períodos críticos en los cultivos de granos gruesos recortaron las proyecciones de cosecha de maíz y soja en 8 y 9 millones de toneladas, respectivamente. De esta manera, la soja sigue en caída libre mientras que el maíz no podrá superar la barrera de las 50 millones de toneladas
Al sumar estas variables, las pérdidas netas son de USD139 por cada hectárea de soja de primera y de USD93 para el cultivo de segunda. En maíz, el daño asciende a USD221 por hectárea que implantó con maíz temprano, y USD390 del cereal tardío.