Titulares de locales del centro destacaron la reactivación de las galerías que se dio luego del parate que sufrieron durante la pandemia de Covid, que no solo puso en duda su supervivencia sino también la del sector donde históricamente se concentró el comercio en Rosario. Además, celebraron las buenas ventas que, empujadas por el buen ánimo generado por la obtención de la Copa del Mundo, se están dando en la previa de la Navidad.
La buena noticia llega “luego de superar las duras complicaciones causadas por la pandemia en 2020, donde se perdieron hasta el 10% de los inquilinos, más en algunas galerías, lo que puso en duda su futuro como opción de formato comercial”, señaló el titular de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta. El dirigente celebró que, pese a las restricciones que se impusieron para prevenir la enfermedad y el aumento del comercio electrónico, los rosarinos volvieron a comprar en el centro.
“A pesar de la amenaza que significaba en esos momentos el auge del comercio digital, nosotros siempre defendimos la idea de que el contacto personal del consumidor con los comerciantes jamás sería reemplazado”, contó Acosta a La Capital. Añadió: “Una aplicación jamás reemplazara la sonrisa cordial de un comerciante o vendedor gustoso de recibirlos en su establecimiento, lo que si sostuvimos es que habrá una convivencia entre las dos propuestas”.
El municipio planteó estrategias para favorecer las ventas tanto en el centro como en los centros comerciales de los barrios. El fin de semana pasado realizó incluso una nueva edición de la “Noche de las peatonales”, que congregó a gran cantidad de rosarinos y activó las ventas de los negocios de cercanía, además liberó en estas semanas de fiestas el estacionamiento en un amplio sector del caso histórico. En barrio Azcuénaga, incluso, este jueves hizo peatonal calle Mendoza, una iniciativa celebrada por los vecinos y comerciantes de la zona.
Frente a los cambios de los hábitos de consumo, la suerte de las galerías céntricas resultó ser una preocupación central, más frente a la evidencia de que los altos costos de los alquileres dificultaba que los pequeños emprendedores pudieran acceder a sus locales y de que el sector que históricamente había congregado el comercio minorista de la ciudad se había apagado. El cierre de Falabella, en la esquina más céntrica de la ciudad, Sarmiento y Rioja, encendió las alarmas.
“Sostener el comercio en estos espacios comerciales, precursores de lo que hoy conocemos como shoppings, no fue fácil, tuvo que haber acuerdos entre inquilinos y propietarios, convenios con empresas de servicios, y mucho trabajo de los administradores, que supieron sortear las dificultades de ese año que no olvidaremos, como así también de los distintos avatares de las distintas crisis económicas a que nos tiene acostumbrados el país”, reflexionó Acosta.
La decisión de un grupo de desarrolladores local de reabrir La Favorita, y el comienzo de las obras en el tradicional edificio que albergó a la tienda chilena Falabella, trajo una luz de esperanza sobre el futuro del centro. También la apertura de nuevos negocios en muchos de los locales que durante el momento más oscuro de la pandemia tuvieron que bajar las persianas. Al fenómeno, hoy se suma la reactivación de las galerías, otra señal alentadora.
“El retorno de las galerías comerciales del centro de rosario, nucleadas en lo que dimos por llamar ‘El Complejo’, es parte de un entramado comercial que abarca mas allá del núcleo comercial histórico”, resaltó Acosta, entusiasmado con las buenas ventas que se dieron en la previa de la Navidad, y añadió: “Por lo que hoy el centro comercial de nuestra ciudad, es la sumatoria de variados matices comerciales distribuidos en zonas para todos los bolsillos y gustos”.
“El Complejo también sumó cultura y en los últimos años tiene como socio especial al mítico pasaje Pam que aporta, además de actividad comercial, actividades culturales y la mística de sus historias pasadas”, contó el titular de la asociación que nuclea a los comerciantes del área central de la ciudad, y explicó: “Este aporte también colaboró para esta realidad en la que vemos que las galerías están muy bien, muy firmes y estamos muy contentos con su nueva vida”.
Finalmente, Acosta señaló que “con alrededor de 500 comercios, 1000 empleos, espacios multirrubros, servicios, aire acondicionado, calefacción, seguridad privada, las galerías comerciales nucleadas en el complejo, han sobrevivido a los momentos más difíciles y su futuro se ve alentador y este fin de año 2022 lo demuestra”. Y concluyó: “El esfuerzo que se hizo estos dos últimos dos años valió la pena y hoy se están viendo sus frutos”.