Los legisladores nacionales del PRO, Alejandro Bongiovanni y Daiana Fernández Molero, impulsan un proyecto en el Congreso para derogar la ley llamada popularmente “Ley de Etiquetado Frontal”. Aseguran que la ley no ha servido más que para confundir y entorpecer el comercio internacional.
“Si todo tiene sello es como si nada lo tuviese”, afirma Fernández Molero en un video publicado en la red social instagram para luego asegurar que no tiene lógica que los productos light tengan más sellos que los normales. “No ha servido más que para confundir consumidores y entorpecer el comercio internacional de productos argentinos”.
Este proyecto no fue bien recibido por especialistas. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce al etiquetado frontal de alimentos como una política clara para la prevención de las enfermedades no transmitibles (ENT), es decir aquellas que se generan por lo hábitos adquiridos, ya que facilita al consumidor la posibilidad de elegir productos saludables.
Ignacio Porras, nutricionista y director ejecutivo de la Fundación Sanar, dijo que “La ley no obliga a que las empresas reformulen sus productos porque pueden vender el ultraprocesado que quieran”. Y enfatizó que “lo único que exige es que se informe al consumidor para que pueda elegir libremente; las críticas en contra del etiquetado frontal son infundadas y no reflejan los efectos que tuvo si implementación; las estadísticas mostraban que solamente el 13% de la población argentina leía y entendía el etiquetado de los productos antes de que se implementara el etiquetado frontal”.
Al respecto, señaló que “Mucha de la información estaba oculta en los pliegues de los paquetes”, y sumó: “Más de un hipertenso agradece ver los sellos adelante, porque muchos productos ocultaban el contenido de sodio, se vendían como saludables con empaquetados verdes y eran comprados por personas que ya cargaban con al menos una enfermedad crónica”.
El video lejos de generar aceptación despertó la ira de los usuarios que empezaron a responder de modo negativo a la propuesta y a señalar los errores argumentales. “Bárbaro, saquemos los sellos para que la gente coma sin saber que está consumiendo. No hace falta informar a los consumidores”, comentó un usuario irónicamente.