La violencia en Rosario llegó a tal punto que ni las instituciones policiales se salvan. Este sábado la comisaría 12ª, situada en Solís y Casilda, del barrio Ludueña, fue objeto de una balacera perpetrada por dos sujetos a bordo de una motocicleta. Producto del ataque, una camioneta que volvía de un similar episodio terminó con cinco impactos de bala. No se registraron heridos.
Según las primeras informaciones, la ráfaga de disparos se produjo pasadas las 4 de la madrugada en la zona norte de la ciudad. Allí, los agresores pasaron en una moto colo negro y realizaron al menos 15 disparos que impactaron cinco en la mampostería, cuatro en los vidrios blindados, uno en la puerta de ingreso y cinco contra un móvil del Comando Radioeléctrico.
Casualmente el patrullero se había acercado a la comisaría para entregar un acta de procedimiento de una balacera que ocurrió minutos antes en Felipe Moré al 100 bis.
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Como respuesta al ataque, los policías iniciaron una breve persecución contra los agresores, pero rápidamente los perdieron y desestimaron la búsqueda para regresar a la comisaría y asistir a los agentes que se encontraban en la dependencia en el momento del hecho. No se constataron heridos.
Investiga el ataque el fiscal Ocariz, quien pidió el relevamiento de cámara y la toma de declaración a los testigos.