El momento político electoral que se vive en Argentina es por demás de complejo de cara al balotagge que dirimirán Sergio Massa y Javier Milei el próximo domingo 19 de noviembre.
La lógica del escenario de tercios, es que el Frente que se quedaba afuera de una posible segunda vuelta, tuviera una reunión puertas adentro, para evaluar cuales fueron los errores de campaña, y que quizás esto termine en alguna fractura, rotura, o cambio en los liderazgos de cara al futuro como oposición, para luego definir una postura electoral de cara al balotaje.
En el caso de la izquierda, seguramente hicieron un balance acerca de los resultados, al igual que lo hizo Juan Schiaretti quien creció muchísimo entre las primarias y las generales, y de hecho es justamente a quien todos los medios esperan que se exprese a favor de una candidatura o del voto en blanco para las próximas elecciones.
Juntos por el Cambio perdió las elecciones y en menos de 24 horas se convirtió en Libertarios para el Cambio, sin escala. Eso es lo que cuesta tanto digerir para la militancia, en este caso de ambos espacios. El peronismo históricamente tiene el lema de que quien pierde acompaña, y por eso antagonismos tan marcados dentro del PJ, suelen encontrarse marchando juntos al grito de Viva Perón.
A su vez, como partido histórico del país, ha tenido sus momentos de dialogo con el radicalismo, el otro gran partido histórico a nivel nacional y con otros espacios que tienen referencias más fuertes a nivel provincial, como es el caso del socialismo en Santa Fe. Ahora, el problema que se genera en las retinas, en las redes, en la militancia y en todo el universo, es cuando el cambio se genera de la noche a la mañana sin escalas, porque prácticamente hay que prender fuego las banderas de ayer, para volver a escribir los paños con las nuevas consignas.
La sensación que genera ver a Mauricio Macri y Patricia Bullrich haciendo campaña en algunos canales de televisión, es que en realidad las elecciones generales fueron las PASO para el Frente “La Libertad del Cambio”. Entonces el calendario electoral de La Libertad Avanza y de Juntos por el Cambio sería: Elecciones primarias para definir candidatos para la segunda instancia de primarias frentistas, y luego elecciones generales para definir quien será la persona que irá por la candidatura a la Presidencia.
El gran problema, es que pareciera que no les avisaron a todos los miembros de Juntos por el Cambio de que su proceso electoral sería así, por eso tantas contradicciones públicas, chispazos, acusaciones cruzadas y tanta calentura expresada al primer micrófono que se acerque.
¿Era posible el apoyo de Bullrich a Milei? Por supuesto, e incluso también en viceversa, lo que hace y sigue haciendo ruido es la velocidad del cambio, valga la redundancia, porque les resta credibilidad a unos y a otros, por lo menos en estos días… ya que los algoritmos de las redes sociales, devuelven muchas veces las publciaciones más exitosas de cada persona, y en nuestra pantalla vemos a un militante escribiendo “Es con Pato, no podemos improvisar con alguien como Milei que solo grita consignas vacías y no tiene estructura, además de ser violento” y en la próxima publicación que el capricho del algoritmo de la red social X nos muestra, aparece el mismo usuario republicando el Pato y el Leon abrazados diciendo “Es con Javier”.
Lo peor de tanta aceleración, pasa por el lado libertario, en donde Javier Milei hizo gala durante toda la campaña de su anti casta, de la necesidad de elegirlo para ir por otro camino que no sea con los mismos de siempre, de sus propuestas disruptivas y de ser el único candidato que no resiste un archivo, a pasar a su tabula rasa, que lo ubica en un lugar raro, como líder de la casta opositora, convirtiéndose casi en un aprendiz de guerrero sith caminando a la par de su maestro Mauricio.
Faltan 16 días para las elecciones en segunda vuelta que definirán el próximo Presidente de la Nación, sin lugar a dudas, si algo está claro, es que en esta quincena previa, puede pasar absolutamente de todo.