Luego del intento golpista llevado a cabo por manifestantes bolsonaristas este domingo por la tarde, la sociedad civil, organizaciones sociales, movimientos populares y partidos políticos convocaron a manifestarse en las calles de todo Brasil en defensa de la democracia. San Pablo y Brasilia concentraron gran parte de las movilizaciones que comenzaron a mediodía y culminaron entrada la noche.
En San Pablo los actos comenzaron a mediodía, en Largo San Francisco, frente a la Facultad de Derecho de la USP, con la convocatoria del Colectivo USP bajo la consigna “En Defensa de la Democracia” ante “los graves hechos golpistas ocurridos en Brasilia y otras ciudades del país”.
“La gente en la calle defenderá la democracia y sus derechos sociales”, informó la organización, según recoge el sitio Brasil de Fato.
A partir de las 18, también en la ciudad paulista se dieron cita los movimientos populares. La convocatoria se lleva a cabo en el espacio del MASP, en la Avenida Paulista. Los actos contaron con la participación de diferentes movimientos sociales agrupados en los frentes Povo Sem Medo y Brasil Popular, que acordaron esta noche realizar la manifestación, informaron las organizaciones.
Desde la CUT San Pablo manifestaron la convocatoria a marchar en defensa de la democracia en distintos puntos de la ciudad paulista “en repudio al golpe de Estado”.
“No viví lo que he vivido para ver lo que vi ayer, que mi pueblo, mi tierra, esté dividida de esa forma. Es inadmisible, triste, estar aquí es estar en defensa de la democracia”, dijo a la AFP Edi Valladares, una profesora de 61 años.
Al lado de esta manifestante, que estaba parada en una acera de la Avenida Paulista, se exhibían carteles con mensajes como “Estamos con Lula y por la democracia”, “Respeto al voto popular” o “Prisión para los golpistas”.
Jóvenes, familias enteras, sindicatos, hinchas de fútbol, colectivos antirracistas, antifascistas y LGBTI se dieron cita entrada la noche de este lunes en la icónica calle paulista, un día después de que miles de seguidores del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro asaltaran los edificios de la presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en la capital.
Los bolsonaristas exigían una intervención militar contra el gobierno de Lula, quien asumió el poder el primero de enero por tercera vez, tras vencer en las presidenciales de octubre a Bolsonaro por estrecho margen.
Los incidentes, que dejaron 1.500 detenidos hasta el momento y destrozos de consideración, fueron catalogados de “actos terroristas” por el mandatario y los titulares de los otros poderes del Estado en una inusual declaración conjunta. Además, provocaron un rechazo generalizado de la comunidad internacional.
“Tienen que responder por los actos que hicieron”, afirmó Rafael Maschio, un publicista de 40 años que se cubría del frío con una chaqueta del Santos FC, el equipo de Pelé, fallecido hace semana y media de un cáncer.
Por su parte, en Brasilia, epicentro del intento de golpe, la manifestación comenzó a las 17 frente al Palacio Buriti. De acuerdo a la convocatoria de las organizaciones, el objetivo fue pedir la destitución del gobernador Ibaneis Rocha (MDB), quien fue destituido de su cargo por 90 días por orden del Ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes.
Además, el Partido de los Trabajadores convocó a sus manifestantes en todo el mundo a salir a las calles a condenar los hechos. “A partir de ahora estamos en movilización permanente. Mañana al final de la tarde tendremos actos en defensa de la democracia y contra los delincuentes en varios lugares de Brasil. Además de la ofensiva judicial y policial tenemos la popular”, declaró. la presidenta del partido, Gleisi Hoffmann.
Las convocatorias a nivel global tuvieron lugar en Nueva York (Estados Unidos), Buenos Aires (Argentina), Berlín (Alemania), Barcelona (España), Roma (Italia), Dublín (Irlanda), Ciudad de México (México), Lisboa (Portugal), Londres (Reino Unido) y Zurich (Suiza), entre otros.
En Argentina, el secretario general de la CTA y diputado del Frente de Todos (FdT), Hugo Yasky, manifestó en las puertas de la Embajada de Brasil en Buenos Aires que los ataques ocurridos ayer en Brasilia fueron “un claro intento de golpe de Estado” y aseveró que “hay que cerrarle el paso a quienes con violencia y discursos de odio pretenden debilitar a un gobierno elegido por el pueblo”.
Por su parte, el secretario adjunto de SMATA y secretario gremial de la CGT, Mario Manrique, advirtió que el expresidente brasileño Jair Bolsonaro “alimentó un discurso radicalizado, incentivando reacciones organizadas porque no está dispuesto a perder el poder y lo va a querer retener de la forma que sea”.
En paralelo, el presidente Lula continuó recibiendo llamados de distintos líderes y expresidentes, quienes le expresaron su repudio a lo sucedido y se solidarizaron con el pueblo brasileño. En las últimas horas, el líder petista se comunicó con el expresidente de EEUU, Bill Clinton, con el mandatario cubano, Miguel Díaz Canel y con el primer ministro de Portugal, António Costa.