Tras varias idas y venidas, el mandatario próximo a asumir los destinos de la Nación, Javier Milei, se decidió por Martín Menem, un libertario “puro” de La Libertad Avanza para conducir la Cámara de Diputados. Se trata de uno de los principales cargos principales en el Congreso; un lugar clave para realizar negociaciones con los otros partidos, en el impulso de la agenda legislativa del Ejecutivo.
Martín es sobrino del fallecido ex presidente Carlos Saul Menem e hijo de Eduardo Menem.
Luego de regresar de los Estados Unidos, Milei se había reunido con los diputados y senadores de Libertad Avanza para comenzar a planear su agenda legislativa, determinar cómo interactuarán con el PRO y definir la designación de autoridades en las Cámaras.
Uno de los nombres que rondaba para estar al frente de la Cámara de Diputados era Florencio Randazzo, referente del peronismo disidente y aliado del cordobés Juan Schiaretti, al frente de la Cámara de Diputados. Por su parte, el partido que preside Patricia Bullrich estaba convencido de que el halcón Cristian Ritondo se quedaría con ese lugar tras el apoyo que le otorgaron en las elecciones.
El presidente electo aseguró a lo largo de la campaña que buscaría hacer pasar la reforma del Estado por el Congreso. En ese sentido, se destacan la reducción de ministerios a ocho (Economía, Capital Humano, Infraestructura, Seguridad, Defensa, Interior, Justicia, Defensa y Relaciones Exteriores), la baja del gasto público en el 15% del PBI y un presupuesto sin déficit fiscal.
En ese sentido, se encuentra la eliminación de la obra púbica (1,7% del PBI), los subsidios (1,9% del PBI), las transferencias a provincias (0,7%), el déficit de empresas públicas (0,8%) y su funcionamiento (2,5%).