¿Cómo va a terminar siendo Presidente de la Nación alguien que hasta hace 4 años atrás no tenía ningún roce político? Bueno, esto quizás podría pasar, porque un partido tradicional de la Política podía sumar a un outsider para lograr ganar una elección. Los sorprendente quizás sería si esta persona con nula experiencia en dicha materia llega a la Presidencia con un partido propio y fundado obviamente en el mismo lapso de tiempo. Si no estuvieras en Argentina, posiblemente sería muy dificil de entender, y sin embargo, Javier lo hizo.
El dirigente libertario en dos años llegó a meterse junto a un par de colegas en la Legislatura Nacional gracias a una buena elección que para muchos fue una sorpresa y que lo posicionaba con un importante poder político a futuro, de esos que muchas veces se deshacen con el correr del tiempo. “Milei donará el sueldo de su dieta” fue quizás lo más novedoso de su carrera en Diputados, y un dato que pocos vieron: esa primera muestra real de contactos directos que el libertario obtenía a cambio de su sueldo.
En otras palabras, algunos estudiosos de marketing, anticipaban en este sorteo una jugada maestra de Milei que se empezaba a armar una base de datos directa de contactos que mes a mes veían como el diputado sorteaba realmente entre los participantes, su sueldo completo, aún si el ganador era identificado netamente con una fuerza adversaria. Casi una muestra total de empatía en el seno de una clase política que solo se miraba el ombligo. El libertario, arrancaba cumpliendo sus promesas de campaña, pero trasladaba los ecos de la misma a un plano digital.
La construcción del concepto de “la casta” tendría su eco en la sociedad no militante de partidos políticos que separaba a Milei del resto de los políticos por no tener historia vinculada a cargos políticos y encima, en su debut, el sueldo iba a parar a la gente. Sumado a esto, el libertario hablaba mucho de economía y de pagar menos impuestos y justamente si había un sufrimiento a nivel nacional que se escuchaba en todo el país, era el que la plata no alcanza, y que el máximo problema de los argentinos era la Economía.
Sin embargo, para analistas, políticos y periodistas la respuesta estaba adentro del sistema político actual (¿adónde más sino?), y casi que cuando a principio de año, Horacio Rodríguez Larreta lanzaba su candidatura a la Presidencia, muchos pensaban en la diferencia que podría sacarle este al segundo para colocarse la banda presidencial en diciembre.
Sin embargo, lo que parecía ser un trampolín al sillón de Rivadavia, terminó siendo una pesadilla, cuando las grietas de Juntos por el Cambio se llevaron puesta la candidatura del Jefe de Gobierno porteño, por detrás de una Patricia Bullrich, disfrazada de halcón ganando categóricamente la interna. Sin embargo, ese título que sería la tapa de todos los matutinos, fue reemplazado por el de “Javier Milei arrasó en las PASO y se posiciona como candidato”. ¿Quién?
Muchos vieron en Milei un aliado posible dentro de Juntos por el Cambio y en algún momento hubo un coqueteo entre Patricia y Javier que buscaba sumar al libertario a las filas cambiemistas, sin embargo, desde el ala de La Libertad Avanza, proponían siempre lo mismo “son invitados a sumarse al liberalismo”. Nadie imaginó que finalizadas las elecciones generales, esa invitación sería completamente real.
Milei logró hacer una campaña de conección con todos los sectores que se habían cansado de ser defraudados por la Política. Aquellos que celebraron la presidencia de Mauricio Macri, se volvieron con la cabeza gacha mientras transcurrían los días del Gobierno del ingeniero que no lograban mejorar los números de la gestión anterior. Que decir para la presidencia de Alberto Fernández, quien arrasó en las elecciones generales y pareció ser “el aprendizaje” que necesitaba el peronismo para “volver mejores”, que deja una inflación galopante, que nada pudo frenar.
Encima, para que analistas, periodistas y políticos se pierdan aún más, el candidato liberal no pegaba casi un afiche en vía pública y parecía invertir poco dinero en campañas televisivas. Si bien tuvo su momento de alquiler de la pantalla de La Nación +, había mucho de inexplicable en esos números iniciales. ¿fue voto bronca?, ¿es la base real electoral de los liberales?, ¿Puede este loco terminar siendo Presidente?
Las primeras elecciones a Gobernador en las provincias argentinas parecían demostrar lo contrario. A las encuestas que le daban buenos números a “un candidato de Milei” en lugares importantes como Córdoba o Santa Fe, le sucedían los números en las PASO que marcaban victorias de candidatos tradicionales del peronismo, de Juntos por el Cambio. De los libertarios, ni sospechas.
Por eso mismo las PASO nacionales, fueron toda una noticia.
El camino a la segunda vuelta.
Los números de las PASO generaron una verdadera revolución de cara al futuro de Argentina. Patricia Bullrich parecía salir más desgastada que fortalecida de la interna de Juntos por el Cambio y el escenario de balotagge parecía ser una disputa entre oficialismo y liberalismo en todas las encuestas. Sin embargo, justamente en estos sondeos, es donde no había aparecido Milei en las PASO ni como primero ni como segundo, motivo por el cual todo podía pasar. Esta vez las encuestas anticiparon el escenario de Segunda Vuelta iba a ser un mano a mano entre Massa y Milei, pero nadie logró avisorar que el ministro se iba a imponer por casi 7 puntos de diferencia, muy cerca de obtener la victoria electoral en primera vuelta. ¿Y ahora?
Ni Larreta, ni Bullrich en la final, la contienda llegaba a ese final inesperado: el ministro de Economía de “la casta” contra el libertario que sin ningún tipo de experiencia, había endulcorado su discurso, casi más cercano al “gatito mimoso” que le espetara Bregman en el primer debate presidencial, a propósito de las palabras de Milei al ingresar al bolotage con el ex intendente de Tigre.
La solidez de Sergio Massa en algunos pasajes de la campaña final hicieron presagiar una posible victoria del actual ministro de Economía, especialmente después de la sorpresiva gran elección que obtuvo en la general. Del otro lado “el loco”, que era un peligro para la Democracia, ahora de la mano con “parte de la casta” de Juntos por el Cambio, parecía perdido entre los dichos en modo motosierra y la nueva versión más endulcorada.
Sin embargo, la victoria fue casi tan arrasadora como su campaña. En tan solo cuatro años el referente de a Libertad Avanza, llegó a ser Presidente de la Nación, cargo que asumirá el próximo 10 de diciembre. Cargo al que la mayoría de los entendidos en materia de Comunicación y Política no vimos venir y sin embargo, ahí está, rematando su propia frase de campaña que utilizaba cuando le preguntaban si estaba loco: “La diferencia entre un genio y un loco son los resultados… habrá que esperar al finalizar las elecciones para ver si soy un loco o un genio”.
¿Es Javier Milei un genio entonces?, Por lo pronto de lo que no hay dudas, es que es el futuro presidente de la Nación.
