La extrema violencia en Rosario y la región provocó una fuerte crisis en el Ministerio de Seguridad de la Provincia que se llevó puesto este miércoles a dos funcionarios de las más altas esferas. El director del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Walter Ataide, renunció como consecuencia de la salida del secretario de Seguridad, Jorge Bortolozzi, tras su polémico viaje al exterior en medio de la ola de crímenes. De esta forma, dos de los tres cargos para controlar las cárceles quedaron acéfalos. Luego, el ministro Jorge Lagna designó al sucesor de la nueva vacante.
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La renuncia no solo suma ruido a la crisis en el Ministerio más cuestionado de la actual conducción provincial. También deja una doble vacante en el área de control de las cárceles provinciales. Es que Bortolozzi fue antes subsectario de Asuntos Penitenciarios y al ser ascendido ese lugar nunca se cubrió. Ahora se añade la ausencia del director. Solo queda el secretario Walter Gálvez pero dos de los tres puestos más relevantes no tienen funcionarios a cargo.
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Para el ahora ex secretario de Seguridad, Jorge Bortolozzi, detrás del despido parece haber una intención de “distraer”.
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Bortolozzi dijo en las últimas horas que lo usaron como “chivo expiatorio” para virar la atención de lo importante: la ola de violencia, planes que no funcionan y, lo que es peor, la infiltración narco en la propia Policía.
El ministro de Seguridad Jorge Lagna puso en funciones este miércoles al mediodía al gendarme retirado Claudio Brilloni como secretario de Seguridad Pública.
“Creemos que Claudio Brilloni es la persona que necesita el Ministerio de Seguridad. Tiene una conducción férrea y firme”, afirmó al lado del flamante secretario de Seguridad, que llegó a ser jefe de Gendarmería en Rosario bajo la gestión de Patricia Bullrich en la cartera de Seguridad de la Nación.