Omar Arnaldo Palma, una de las figuras más emblemáticas de Rosario Central, falleció este lunes por la noche tras sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico. El exfutbolista, de 66 años, había sufrido el incidente el 30 de septiembre mientras compartía unos mates con su familia en su hogar de Ibarlucea. Tras ser trasladado de urgencia al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, fue derivado al Hospital Italiano de Rosario, donde permaneció en terapia intensiva durante una semana, hasta que finalmente se confirmó su deceso.
La noticia de su muerte conmociona a la ciudad y al club de Arroyito, que se encuentra de luto por la pérdida de uno de sus mayores ídolos. Palma, conocido por su gran trayectoria en el club, deja un legado difícil de igualar. Fue parte clave en la historia de Rosario Central, siendo el jugador más laureado del equipo, habiendo ganado tres títulos en la máxima categoría: el Nacional de 1980, el Torneo de Primera División de 1986/87 y la Copa Conmebol de 1995, además de lograr el ascenso en 1985.
Durante su carrera en Central, Palma tuvo tres etapas: de 1979 a 1985, de 1986 a 1987 y de 1992 a 1998. En total, disputó 390 partidos y marcó 64 goles, lo que lo convirtió en el tercer jugador con más presencias en la historia del club, solo superado por Jorge José González y Alfredo Fogel. Su calidad técnica y su capacidad para manejar el juego desde el centro del campo le aseguraron un lugar en la memoria de los hinchas. A lo largo de su carrera, también jugó brevemente en Colón de Santa Fe, River Plate —donde dejó una huella imborrable al anotar un gol decisivo ante Boca en un Superclásico— y Veracruz en México, antes de regresar a Central.
Palma nació el 12 de abril de 1958 en Campo Largo, Chaco, y a los 10 años se mudó con su familia a Rosario. Su padre, Gerónimo, había conseguido trabajo en la Municipalidad, y luego de pasar sus primeros años en la villa de Empalme Graneros, la familia se asentó en barrio Sarmiento, a pocas cuadras del estadio Gigante de Arroyito. Fue en ese entorno donde nació su pasión por Rosario Central, alentado por sus amigos y vecinos.
A los 13 años, Omar Palma ingresó a las divisiones inferiores de Central, donde rápidamente destacó por su talento, especialmente en la ejecución de tiros libres y su visión de juego. Aunque sus inicios no fueron fáciles, con un físico pequeño y delgado, su esfuerzo y dedicación lo llevaron a debutar en la Primera División el 21 de octubre de 1979, en un partido que terminó en empate 1-1 entre Rosario Central y Boca Juniors, bajo la dirección técnica de Ángel Tulio Zof.
Su primer gran logro llegó con el título del Nacional de 1980, donde anotó en la final de ida contra Racing de Córdoba. A pesar de una derrota en la vuelta, el equipo logró consagrarse campeón. Palma fue también parte del equipo que logró el ascenso en 1985, después del descenso en 1984, y fue una pieza clave en la obtención del título de la temporada 1986/87, donde se consagró como el máximo goleador del torneo con 20 goles.
La carrera de Palma estuvo marcada por su habilidad y liderazgo en los momentos decisivos, ganándose el respeto y el cariño de los hinchas canallas, que hoy lo recuerdan como uno de los mejores jugadores de la historia del club.