Este martes, último día de febrero, se cerraron las piletas municipales. A pesar de los anuncios sobre una nueva ola de calor en el horizonte, y tres semanas de verano por delante en el calendario, las piscinas públicas rosarinas le bajan la persiana a la temporada de verano. Ante la consulta sobre una posible extensión para mitigar las altas temperaturas, el secretario de Deporte y Turismo de la Municipalidad, Adrián Ghiglione, aseguró que “cuando empiezan las clases, la gente deja de concurrir aunque haga calor”.
Y agregó: “Se podría evaluar para los fines de semana, pero en el resto de la semana no porque la gente tiene otras actividades y programas diversos. No lo tenemos previsto”.
“Esto se hace a partir de los contratos del personal, de principios de diciembre al 28 de febrero. Pero nosotros lo planteamos muchas veces y hemos comprobado que cuando empiezan las clases la gente deja de concurrir, aunque haga calor”.
Con las altas temperaturas, la decisión no fue muy bien tomada y los vecinos de distintos barrios habían realizado un petitorio para estirar la temporada alguna semana más para que adultos mayores y niños puedan utilizarla cuando el calor agobia.