El convulsionado presente de Newell’s Old Boys sumó un nuevo capítulo tras la salida de Mariano Soso como entrenador. En la madrugada del martes, aparecieron pintadas en una de las puertas del estadio Marcelo Bielsa, generando sorpresa entre los hinchas. Lejos de apuntar contra el cuerpo técnico saliente o la dirigencia, los mensajes tuvieron como destinatario a Maxi Rodríguez, ídolo de la institución. Frases como “La culpa es de MR11, no de Soso” y “Habló mucho y jugó poco, el más soberbio” fueron rápidamente cubiertas por la dirigencia, que busca calmar los ánimos en medio de la crisis deportiva.
Un clima caldeado tras la derrota en el clásico
La eliminación de Newell’s de las competencias internacionales y la reciente derrota en el clásico rosarino ante Rosario Central terminaron por sentenciar la salida de Soso. En un breve comunicado, el club anunció la desvinculación del entrenador: “El Club Atlético Newell’s Old Boys informa que Mariano Soso ha dejado de ser el director técnico del primer equipo. Deseamos éxitos a Mariano en sus próximos pasos”. La decisión se tomó en medio de una jornada intensa de reuniones, en la que la dirigencia buscó cerrar rápidamente la llegada de un reemplazante.
Cristian Fabbiani, el elegido para reactivar al equipo
El elegido para tomar las riendas del equipo es Cristian ‘Ogro’ Fabbiani, quien en las próximas horas formalizará su arribo a Rosario y firmará contrato hasta diciembre de 2025. El exdelantero, que venía desempeñándose como director técnico de Deportivo Riestra, fue anunciado como baja por el club porteño en la noche del lunes, despejando el camino para su desembarco en el Parque Independencia.
Fabbiani asumirá un desafío complejo: sacar al equipo de la crisis futbolística en la que está inmerso y devolverle competitividad en el torneo local. Su debut oficial será el próximo lunes 24, cuando Newell’s visite a Barracas Central.
Una dirigencia bajo presión
El descontento de los hinchas, reflejado en las pintadas y en las redes sociales, pone presión sobre la comisión directiva. La dirigencia rojinegra tomó la decisión de apostar por un perfil cercano a la identidad del club, pero el margen de error es mínimo. La llegada de Fabbiani genera expectativa, pero también interrogantes sobre su capacidad para revertir la situación.
Mientras tanto, el plantel aguarda por su nuevo entrenador, con la urgencia de mejorar en el corto plazo y evitar que la crisis institucional y deportiva se profundice aún más.