Netflix comenzó siendo un video club online de películas y series. Sin embargo, el cambio de paradigma cultural mutó la forma de pensar a la vieja TV y su conversión a “smart” llevó a que en términos de programación se empiece a pensar mucho más en plataformas que en canales. Ahí Netflix, estaba ya un paso adelante del resto.
La hibridación es parte de esta nueva era en donde escuchamos radio pero también la vemos, donde nos informamos leyendo, pero también con imágenes y video y en donde vemos contenidos televisivos en una TV, computadora, notebook, celulares o tablets. Hoy Netflix se ha convertido en la “plataforma tradicional” en un mundo de plataformas, que de a poco empiezan a forjar su sello y su historia en Argentina: Netflix, HBO MAX; Disney Plus, StarzPlay, Prime Video, Pluto TV, Flow, Now por citar algunas.
¿Y qué pasa con los consumos?
Justamente los consumos son los que han ido de lo particular a lo general. Hace unos años el público de Netflix era un público cinéfilo, abierto a las tecnologías, y parte de una generación más bien curiosa que desconfiada. Los primeros consumos, tenían la mezcla de esa cuestión de videoteca online que permitía ver un montón de películas y series no disponibles en la tele a un bajo precio y en cualquier horario. Por el otro las primeras producciones propias que comenzaban gracias al estudio de los consumos de ese público, como lo fue de hecho la primera producción de Netflix a nivel mundial, que salió del estudio de los consumos de sus primeros usuarios y derivó en la brillante House Of Cards.
La revolución digital fue haciéndose cada vez más popular y el catálogo de Netflix empezó a arriesgar un poco más cuando comenzaba a confirmarse una grata sorpresa para la plataforma, a saber: El público de la televisión tradicional, el adulto que nació con la televisión en blanco y negro, ahora, estaba en Netflix “comenzando tímidamente a navegar por su catálogo”.
La primera gran jugada de la N luego de agregar una gran cantidad de novelas latino y centroamericanas junto a sus pares españolas, fue la de anunciar con bombos y platillos la llegada de Verónica Castro a la plataforma, con la salida de La Casa de Las Flores, confirmando que los números previos (y los posteriores a la primera temporada de la novela) dictaban que había un público nuevo, una gran maza de espectadores buceando en su catálogo en búsqueda de culebrones, esos que hace años atrás hacían explotar el rating de la vieja televisión “a la hora de la siesta”.
Por eso mismo, la telenovela colombiana “Pasión de gavilanes”, que tiene algo así como 150 mil capítulos, estrenó una nueva temporada este año 2022, porque de repente tras años de su finalización, hubo un boom que hizo necesaria su vuelta.
“El señor de los Cielos”, “Yo Soy Betty La Fea”, “La reina del Flow”, “Sin senos no hay paraíso”, “Señora Acero”, “Falsa identidad”, “Las Aparicio” y por último, el más reciente gran éxito de la plataforma, “Café con aroma de mujer” son otras de las novelas que se entremezclan en el universo antiguo y nuevo de los culebrones en la plataforma, que celebra a sus nuevos usuarios ávidos de escenas exquisitas de sobreactuación y romances imposibles.
