La violencia en el fútbol rosarino sigue siendo un problema recurrente y, lamentablemente, se manifiesta en distintas categorías y clubes de la ciudad. En esta ocasión, el episodio involucró a los más pequeños: durante un partido de la Liga Rosarina entre los equipos Alianza Sport y Olympia, un hombre agredió con una patada a un niño de tan solo 11 años.
El incidente ocurrió el jueves por la noche en la cancha de Alianza Sport, ubicada en la calle Moreno al 4900, durante la final del torneo de la categoría baby. La situación se desató cuando, en medio del juego, un jugador del equipo Olympia agredió con una patada a un chico del club local. Este acto violento generó tensión entre los asistentes, lo que provocó altercados entre las hinchadas presentes.
De acuerdo con el informe oficial de la Policía, los enfrentamientos entre los presentes derivaron en forcejeos y empujones. Al llegar las fuerzas de seguridad, los involucrados comenzaron a dispersarse por las diferentes salidas del club. Afortunadamente, no se registraron personas lesionadas durante el incidente. Para esclarecer lo sucedido, las autoridades entrevistaron tanto al técnico de Alianza Sport como al árbitro del partido, quienes brindaron detalles sobre los hechos.
Este episodio no es un caso aislado. La violencia en el fútbol infantil y juvenil en Rosario ha mostrado un aumento alarmante en las últimas semanas. Por ejemplo, el domingo pasado, un joven de 17 años que jugaba para el club El Torito fue brutalmente agredido durante un encuentro frente a Mitre de Pérez. Cuando el partido estaba empatado y restaban pocos minutos para el final, un hincha del equipo rival logró sortear el alambrado perimetral y atacó al jugador con un palo, golpeándolo en la cabeza.
El adolescente tuvo que ser trasladado de urgencia al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde se le realizaron estudios debido a una importante hinchazón en la zona afectada. Este violento suceso puso nuevamente en evidencia los riesgos que enfrentan los deportistas jóvenes, quienes deberían estar disfrutando del deporte en lugar de temer por su integridad física.
Otro hecho reciente involucra a jugadores del club María Reina, quienes agredieron físicamente a un árbitro durante un partido de la quinta división contra el club 14 de Junio, también en la Liga Rosarina. En esa ocasión, el árbitro sufrió golpes en el rostro, por lo que tuvo que ser atendido por una ambulancia, y el partido fue suspendido.
Un testigo del incidente relató: “Los padres de 14 de Junio tuvieron que proteger al árbitro porque los de María Reina intentaban atacarlo cuando salía del club. Fue una locura total: los chicos peleando y los padres involucrándose. Lo que debería haber sido un día de disfrute terminó de la peor manera”.
Estos episodios son un llamado de atención para las autoridades deportivas y la sociedad en general. La violencia en el deporte no solo afecta a quienes participan directamente, sino también a las familias y espectadores, empañando los valores de respeto y convivencia que debería fomentar el fútbol.
