En noviembre, los haberes jubilatorios y otras prestaciones, como pensiones no contributivas y asignaciones por hijo, aumentarán un 3,47%, alineándose con la inflación de septiembre. La jubilación mínima pasará de $244.320,56 a $252.798, y la máxima de $1.644.046,07 a $1.701.095.
El haber mínimo neto será de $245.214, con un bono adicional de $70.000 para quienes reciben el ingreso mínimo, elevando el total a $315.214. Para la jubilación máxima, el ingreso neto, tras el descuento para PAMI, será de $1.606.613, lo que representa un aumento de $53.880 respecto al mes anterior.
En cuanto a la Asignación Universal por Hijo (AUH), se fijará en $90.837, cobrando mensualmente $72.670 y el resto anualmente, condicionado al cumplimiento de ciertas obligaciones. Las asignaciones familiares también tendrán un incremento del 3,47% y se ajustarán según el nivel de ingresos familiares.
Desde el inicio del año, el reajuste acumulado de las jubilaciones será del 139,5%. Sin embargo, los jubilados de ingresos más bajos, que dependen del bono, verán un aumento acumulado del 100,8%, por debajo de la inflación interanual del 101,6% hasta septiembre. Solo quienes perciben el haber mínimo podrán recibir el bono, excluyendo a quienes cobran jubilación y pensión simultáneamente.