La Justicia de Familia de Rosario otorgó a un hombre la adopción integrativa del hijo de su esposa. El juez Gustavo Antelo resolvió que al menor de edad se le suprimirá el apellido materno y tendrá el su padre, tal como el niño lo deseaba y le pidió expresamente al magistrado.
El juicio de adopción fue patrocinado por los abogados Lucas Ezequiel Aquino y Florencia Portillo. El magistrado estimó que la adopción con carácter plena es la más acorde al interés superior del niño, el que además carece de filiación paterna.
Tiene un trato recíproco de padre e hijo y existe una muy buena comunicación. El hombre es parte de las tareas de cuidado del niño y por sus condiciones de salud sostiene el cuidado intensivo que el menor requiere.
El magistrado afirmó que “En la adopción de integración el niño, niña o adolescente tiene satisfecho su derecho a la convivencia familiar con al menos uno de sus progenitores, y lo que se pretende es integrar a la pareja (convivencial o matrimonial) del padre o madre biológicos.
No se pretende extinguir, sustituir o restringir vínculos, sino todo lo contrario: ampliarlos mediante la integración de un tercero que no fue primigeniamente parte de la familia”.