La Justicia de Familia de Rosario otorgó la adopción de integración plena de un joven a la pareja de su madre.
La jueza de Familia, María José Diana, dispuso que el joven sea inscripto con el apellido del hombre que hace años inició una relación sentimental con su mamá.
El joven de 20 años se presentó ante la Justicia y promovió en su favor una demanda de adopción integrativa y solicitó que se disponga la modificación de su apellido.
Sus padres se separaron cuando él tenía 2 años de edad y desde ese entonces tuvo contacto con su padre en forma esporádica. Posteriormente, no supo nada más de él ni tuvo noticia acerca de su paradero. Con el correr de los años su padre se fue desentendiendo absolutamente de él, manteniendo un rechazo y un desinterés parental, con un claro desapego emocional y económico ya que ni siquiera colaboraba con su aporte alimentario.
Al poco tiempo de separarse de su padre, su mamá formó una pareja con otro hombre. Afirmó el joven, que fue patrocinado por el abogado Leandro Trillini, que de esa relación amorosa y afectiva se ha formado una hermosa familia junto a sus dos hermanos nacidos en la nueva relación de su madre y que significan para él un gran sostén de contención, afecto y permanencia en todos los aspectos de su vida cotidiana, siendo parte fundamental de su crecimiento personal.
Destacó la magistrada en la resolución que “la adopción integrativa no está destinada a excluir, extinguir o restringir vínculos sino a ampliarlos mediante la integración de una persona a un grupo familiar ya existente, al que un niño o adolescente conforma con su progenitor”.
Agregó que “lo que se persigue, en definitiva, es brindar a las relaciones humanas ya establecidas un reconocimiento jurídico y otorgar un ropaje legal a la función de padre o madre que se ejerce en los hechos, avalando una conformación determinada de la familia ya desarrollada en la realidad”.
Los testigos indicaron que la madre junto a su pareja criaron al niño desde muy pequeño.
Destacó la jueza Diana que “han conformado una familia sólida y con afectos manifiestos dignos de ser reconocidos y protegidos”.
