Benjamín Echavarría, de 25 años, fue ejecutado el miércoles por la tarde en Amenábar al 6200 en la zona sur de la ciudad. Sus restos fueron identificados recién este viernes, tras varias horas en las que había permanecido como NN.
Según las primeras pistas que investiga la fiscalia, a Echavarría lo llevaron en un auto Renault Sandero desde la colectora de Circunvalación Juan Pablo II e Ituzaingó -lugar donde el joven residia- hasta zona de Amenábar y Barra, y allí lo bajaron del auto para matarlo.
Junto a su cuerpo -como pasó con “Jimi” Altamirano y con el caso de Brandon Ortigoza, un joven asesinado hace diez días en Tío Rolo- dejaron un mensaje mafioso: la nota hacía referencia a Emanuel Leguizamón, que hoy está preso pero solía vivir en esa misma cuadra.
Leguizamón, apodado “Sapo”, está preso desde noviembre de 2021 y se sospecha que es parte de la banda liderada por Pablo Camino. Este último permanece detenido desde 2015 y cumple condena por dos homicidios -uno de ellos el de Rubén “Tubi” Segovia- y tiene peso dentro de la barra de Newell’s y Los Monos.