La polémica por la cantidad de palomas de Rosario vuelve a ponerse en la palestra del Concejo Municipal con un proyecto que busca a través de métodos anticonceptivos regular la proliferación de estas aves que generan en promedio unos 15 kilos de heces por año. Además, de ser consideradas como transmisoras de unas 40 enfermedades.
Se trata de una iniciativa de los concejales de Volver a Rosario, Miguel Tessandori y Valeria Schvartz, quienes plantearon un plan de gestión para “aplicar métodos eficaces, éticos y científicamente comprobados” y que sea integral, sostenible y perdurable en el tiempo.
Según explicó Tessandori este lunes en la reunión de comisión, el objetivo del proyecto es “reducir la proliferación de estas aves en la ciudad mediante métodos contraconceptivos científicamente acreditados en cuanto a su eficacia y a su incidencia positiva en la salud de las mismas, y que asimismo su administración no genere perjuicios para la población humana, para otros animales y para el ambiente”.
Entre sus argumentaciones, el edil de Volver a Rosario mencionó un proyecto impulsado por el ex concejal Jorge Boasso, inspirado en una experiencia realizada en la ciudad de Ginebra, Suiza, donde se logró reducir considerablemente la población de palomas a través del uso del producto contracentivo denominado ornisteril.
En este caso, Tessandori se refirió al anticonceptivo carvazina que inhibe la ovulación de las aves y se está utilizando en Córdoba a partir de investigaciones realizadas en esa provincia. Y explicó: “Cada ave produce 15 kilos de heces por año”, situación que perjudica la higiene de la ciudad y deteriora numerosas edificaciones. “Aunque la citacosis en la más conocida, las palomas transmiten hasta 40 enfermedades”, afirmó.
“La idea es que todo se realice con un seguimiento adecuado”, aclaró el edil. Además, aseguró que la droga desarrollada en Córdoba cuenta con las pruebas necesarias que garantizan seguridad para las propias palomas, otros animales y seres humanos.