Cómo explicar que Newells tuvo su mejor primer tiempo en la parte ofensiva y así y todo terminó goleado y con un Marcelo Bielsa en llamas. El fútbol tiene estas cosas y este martes por la noche, el equipo de Lunari fue reprobado por la temporada que viene haciendo el plantel. El Rojinegro cayó 4 a 2 con Huracán en un partido que tuvo momentos de tensión con ingresos de hinchas al césped y cánticos de todo tipo: contra la dirigencia, contra los jugadores, contra el presente, etc.
El partido comenzaba mejor para el local, Schott puso un cabezazo en el travesaño y luego Silvetti ensayó una volea que controló el uno rival. Pero como en todo mal momento, la suerte te juega una mala pasada ya que a los 9, Cabral sacó un centro sin peligro que nadie tocó y la pelota se coló por el segundo palo. Ahí comenzaron los silbidos al arquero Macagno.
Newells intentó reaccionar con buenos disparos de lejos. Primero Miljevic estrelló un tiro en el palo y luego Silvetti esquinó un remate que sacó Galindez. A los 26, llegó el segundo de Huracán: Banega perdió una jugada en el medio y rápidamente el nuevo puntero del torneo estiró la diferencia con una buena definición de Ramírez.
Matko (Miljevic) el único que tomaba la pelota e iba hacia delante con criteriosidad
El descuento llegó a los 32, Juanchón García cabeceó en el segundo palo un córner desde la derecha para aplacar los cánticos que llegaba desde la tribuna contra el presidente Ignacio Astore y la comisión. Luego el local pudo empatar con un remate seco de Salcedo a la salida de otro tiro de esquina.
Antes de que finalice la primera etapa, Cedrés recibió un patadón a la altura de la tibia de Ibáñez. Ni el juez ni el VAR consideraron que era para roja.
El baldazo de agua fría vino al inicio del complemento. Mazzanti aprovechaba a un Newells que pedía una falta en el medio y con un disparo cruzado metió el 3 a 1. Por si fuera poco, otro error del uno leproso a los 9 puso floja las manos para que Echeverría de derecha coloque el 4 a 1.
Los insultos desde las cuatro tribuna se hicieron sentir contra la dirigencia y los jugadores, sobre todo Banega y Macagno
Momentos de tensión se vivieron a los 20 minutos de la segunda etapa, un hincha bajó desde la popular local y comenzó a amenazar a los futbolistas. A los pocos instantes, otro sujeto saltó al campo de juego y obligó a detener el cotejo hasta que la seguridad garantice la reanudación del partido.
El clima se calmó levemente con el segundo descuento de Newells. Un tiro libre desde tres cuartos, es bajado por Velázquez y debajo del arco el ingresado Ramírez decretó el 4 a 2. La mala para el Colo es la quinta amarilla, el uruguayo protestó y el árbitro lo amonestó. Misma situación vivió el asistidor del segundo tanto leproso. Ambos se pierden el próximo cotejo.