Finalmente la denuncia que realizaba la oposición al Gobierno de Javier Milei a propósito de una gran cantidad de comida necesaria para abastecer a comedores y sectores populares que estaba siendo guardada en galpones del Estado, logró su objetivo y la misma comenzó su proceso de distribución.
La decisión no tuvo que ver con un cambio de pensamiento por parte del Gobierno libertario, que en voz de Manuel Adorni había dicho que esa comida se guardaba para emergencias, sino por la constatación de que la misma estaba con fechas de vencimiento cercano, como también comenzaron a denunciar distintos referentes opositores en redes sociales. “Hay mucha necesidad de alimentos por parte de los sectores más vulnerables y toneladas de comida a punto de vencerse en un galpón” reclamaron distintos referentes sociales como Juan Grabois, algo que finalmente terminó aceptándose desde el Ministerio de Capital Humano, aunque derivando el reclamo a los empleados y funcionarios que administran ese espacio por realizar un mal control de stock y vencimientos.
Tras manifestar que empleados y funcionarios son los responsables de no realizar los controles pertinentes en los galpones de Villa Martelli y Tafi Viejo en la provincia de Tucumán del ex Ministerio de Desarrollo Social, y plantear que se realizarán investigaciones administrativas al respecto, desde el Ministerio de Capital Humano instruyeron al Ejército Argentino para que realice la logística rápida y eficiente para la entrega inmediata de alimentos de próximo vencimiento.