El presidente Alberto Fernández cuestionó la ausencia de Cuba y Venezuela y criticó los bloqueos aplicados por Estados Unidos, durante su exposición en la IX Cumbre de las Américas. El Presidente dio un duro discurso como titular pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Criticó además el papel estadounidense en el endeudamiento argentino, afirmó que la OEA “facilitó un golpe de Estado en Bolivia” y pidió la remoción de su conducción.
“Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas y Venezuela sufrirá otro, mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas. Con medidas de este tipo se busca condicionar a los gobiernos, pero en los hechos se lastima a los pueblos. El silencio de los ausentes nos interpela”, dijo el Presidente.
“Para que esto no vuelva a suceder en el futuro, quisiera dejar asentado que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer el derecho de admisión sobre los países miembros del continente. El diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia”, agregó, en otro dardo para Estados Unidos, que decidió no invitar a los gobiernos de Nicolás Maduro (Venezuela), Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua).
Luego, Alberto Fernández se dirigió directamente el mandatario estadounidense. “Presidente Biden, estoy seguro de que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes. Los años previos a su llegada al Gobierno de los Estados Unidos estuvieron signados por una política inmensamente dañina contra nuestra región, desplegada por la administración que lo precedió. Es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen”, reclamó.
El Presidente criticó duramente la política llevada adelante por los Estados Unidos durante la administración de Donald Trump entre el 2017 y el 2021.
“Se ha utilizado a la OEA como un gendarme que facilitó un golpe de Estado en Bolivia. Se han apropiado de la conducción del Banco Interamericano de Desarrollo que históricamente estuvo en manos latinoamericanas. Fueron desbaratadas las acciones de acercamiento a Cuba en las que el Papa Francisco medió, impulsadas durante la gestión de Barak Obama, mientras usted era su vicepresidente”, enumeró Fernández.
En ese sentido, el mandatario planteó que “la OEA, si quiere ser respetada y volver a ser la plataforma política regional para la cual fue creada, debe ser reestructurada removiendo de inmediato a quienes la conducen” y que “la Banca de Desarrollo Regional, sin más demoras, tiene que volver en su gobernanza a América Latina y el Caribe”.
También se refirió al rol que tuvo EEUU en el acuerdo alcanzado entre la Argentina y el FMI en los años del Gobierno de Mauricio Macri: “La intervención del Gobierno de Donald Trump ante el FMI fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un Gobierno argentino en decadencia. Con el solo propósito de impedir lo que fue el triunfo electoral de nuestra fuerza política. Por tamaña indecencia, sufre hoy todo el pueblo argentino”, lanzó.
Alberto Fernández evitó, esta vez, la improvisación y se ciñó al discurso que había preparado y pulido durante los últimos días con el canciller Santiago Cafiero, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y el embajador de la Argentina en los Estados Unidos, Jorge Argüello.