Vecinos de Granadero Baigorria están en alerta desde hace varios días por una tradicional plaza que aquella ciudad podría desaparecer para darle paso a la edificación de una sede del Banco Nación de la República Argentina. Los denunciantes vienen realizando movilizaciones y este lunes llevarán a cabo otro reclamo para que este espacio verde no sea destruido. Además, reclaman informes a la Municipalidad por el lote cedido a la entidad financiera.
Para entender el contexto hay que remontarse a 1984, cuando mediante una ordenanza 211/84 se dona a la Municipalidad de Granadero Baigorria el lote 99 ubicado sobre el trazado de la ruta nacional 11 en el barrio Los Pinos. Tres décadas después, el 31 de julio del año 2014 en sesión extraordinaria y por decisión unánime de los concejales presentes Braga, Maurelli, Rosales, Zavattero y María Rosa Tinnirello, se otorgó el terreno al Banco de la Nación. La donación se realiza con el objeto de que allí se construya una sucursal de la mencionada firma.
Otra aspecto que generó revuelo entre los vecinos fue que los gastos necesarios para la regularización dominial del lote estarían a cargo del Municipio. Sumado a que en la locación también está planificado un estacionamiento para los trabajadores del banco.
Cuando parecía que esta obra quedaba pérdida en el tiempo, en las últimas semanas, este grupo de residentes comenzaron a ver movimiento en la plaza Parque General San Martín, por lo que comenzaron a exigir respuestas por parte del Estado municipal. En sus reclamos, los damnificados dejaron en claro estar a favor de la llegada del Banco de la Nación pero entienden que cuenta con el suficiente respaldo económico para adquirir otro inmueble y no a expensas de quitarle una plaza a la comunidad.
Como las respuestas no llegaron o fueron escuetas, los vecinos y vecinas de Granadero Baigorria se organizaron y el pasado sábado medio centenar se reunió en el lugar y decidieron constituir un grupo de trabajo ya que consideran que es innegable la importancia central de los espacios verdes en el contexto del aumento de densidad de población que la ciudad viene experimentando de manera sostenida.
“Los espacios verdes no sólo prestan servicios ecosistémicos, como purificación del aire, mitigación del calentamiento urbano, absorción de agua, refugio de biodiversidad, barreras contra el ruido y material particulado, entre otros, sino que además brindan oportunidades de esparcimiento, socialización y contacto con entornos más naturales, contribuyendo a una mejor calidad de vida y de convivencia comunitaria”, explicaron en un comunicado el grupo de trabajo.
Y resaltaron: “Resulta inadmisible que la municipalidad está transfiriendo un espacio verde público a una de las instituciones más solventes de la República Argentina, que no necesita recibir un bien inmueble público para construir una sucursal por contar con los recursos suficientes para hacer frente a la compra de un lote adecuado para tal fin”.
Desde el punto de vista de la administración de los bienes públicos, comentaron que “es inaceptable que el Municipio haya menospreciado la importancia de proteger el patrimonio natural de la ciudad mediante la preservación, ampliación y mejoramiento de nuestros espacios verdes. Podría buscar otro inmueble sin afectar los bienes comunes de nuestra ciudad”.