La concejala de Iniciativa Popular María Fernanda Gigliani presentó un proyecto para que la Municipalidad realice las gestiones necesarias para preservar y proteger el inmueble del viejo cine Imperial, ubicado en Corrientes al 400, además de que se informe si existen expedientes iniciados pidiendo la demolición del edificio o permisos de edificación.
La iniciativa fue acompañada por las concejalas del Frente de Todos-Pj Silvana Teisa, Marina Magnani, Julia Eva Irigoitia y Norma López y el edil de Todos Hacemos Rosario Lisandro Cavatorta.
En su pedido, Gigliani requiere al Ejecutivo municipal “que realice las gestiones necesarias a los fines de preservar y proteger el inmueble donde funcionó más de 60 años el histórico Cine Imperial, en Corrientes 421, con grado de protección patrimonial ‘2B’ y evalúe la factibilidad de elevar el grado de protección a ‘1ª’, protección integral directa”.
Además, se solicitó, “de ser viable”, se remita el tema a la Comisión de Preservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico y, por otra parte se informe si existen expedientes iniciados a los fines de obtener permisos de demolición y/o permiso de edificación sobre dicho inmueble.
Un poco de historia del Cine Imperial
El Imperial fue uno de los primeros cines de Rosario, aunque posterior a la aparición del histórico Lumiere, en 1898. Fue inaugurado en 1910 en Corrientes 126 bajo el nombre de Café Imperial Cinematográfico.
En 1912 mudó sus instalaciones a Corrientes 451 y cambió de denominación, pasando a llamarse Biógrafo Imperial. Recién en 1917 sus titulares compraron los terrenos de Corrientes 425, donde se erigió en forma definitiva como uno de los íconos cinematográficos de una ciudad que seguía en expansión. Allí funcionó hasta la proyección de su última película, en 1987.
Siempre se destacó la fachada art deco del Imperial -que incluso mereció elogiosas palabras del arquitecto catalán Oriol Bohigas, el proyectista del Parque España, en su visita a la ciudad-, que hoy resiste al paso del tiempo con sus ventanales rotos y su frente vallado.
Su sala llegó a tener una capacidad para 1.000 espectadores y fue la primera en la ciudad en contar con un sistema de aire acondicionado.