El Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentó este jueves un proyecto en donde prohibe a los estudiantes el uso de celular en las escuelas, ni en clases ni en los recreos. En las secundarias, los teléfonos deben estar guardados durante las horas de clase “excepto en las actividades pedagógicas planificadas”.
La resolución firmada por la ministra de Educación porteña, Mercedes Miguel, surge de consultas y acuerdos con equipos docentes, especialistas y representantes de ONG, y tiene impacto en 566.000 estudiantes de 2.291 escuelas de nivel inicial, primario y secundario, tanto estatales como privadas, informó el Ministerio.
El gobierno porteño planteó esta propuesta “para mejorar la calidad de la enseñanza y favorecer el desarrollo de los chicos y adolescentes”, según el comunicado oficial que explica la medida.
El objetivo de la medida es “estimular la concentración” de los alumnos en las horas de clase y “promover la socialización” durante los recreos. La resolución fija un “piso” de restricciones y le encomienda a cada escuela la confección de un protocolo: las instituciones educativas pueden tomar medidas aún más estrictas que las planteadas por el gobierno, como la prohibición de uso también en secundaria. Desde el ministerio porteño reconocieron que hay escuelas que ya avanzaron en esta línea, y que la medida busca respaldar a las que aún no lo hicieron.
Por último, la ministra Miguel y el jefe y vicejefa de Gobierno de Caba, Jorge Macri y Clara Muzzio, destacaron que el uso de pantallas trasciende la escuela y que esto debe involucrar a las familias.
“La escuela puede hacer una parte, pero los adultos tenemos que volver a ser responsables en cómo usamos la tecnología con los chicos, por ejemplo en la mesa familiar. Recién estamos empezando a comprender los efectos de los celulares en nuestras vidas y en el desarrollo psicomotriz de los más chicos”, manifestó Macri.
Además, el jefe de Gobierno porteño aclaró “no estar en contra de la tecnología pero que el objetivo en el aula es aprender” y sostuvo que en el Nivel Inicial, los dispositivos de telefonía móvil ya funcionan como “un chupete electrónico”. “Tenemos que reeducarnos”, concluyo el alcalde porteño.