En su primer discurso ante la Legislatura provincial durante la apertura de sesiones ordinarias, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, delineó un plan para afrontar la crisis financiera que aqueja a la provincia.
Pullaro enfatizó la necesidad de gobernar con transparencia y honestidad, reconociendo los desafíos económicos y financieros heredados. Reveló que el ejercicio económico de 2023 cerró con un déficit alarmante de $131.111 millones, acompañado de una deuda flotante que supera los $300.000 millones. Además, destacó un incremento preocupante en la planta del sector público provincial, lo que representa el 71% del déficit del año pasado.
Ante esta situación, el gobernador anunció medidas concretas para reducir el gasto público y mejorar la eficiencia administrativa. Durante el primer trimestre, se logró una reducción del 40% en los gastos de funcionamiento, gracias a la disminución de ministerios, restricciones en el uso de hoteles y vehículos oficiales, y un estricto control del gasto en combustible.
Sin embargo, Pullaro reconoció que el contexto macroeconómico adverso dificultará la continuidad de estas medidas. En el primer trimestre del año, los recursos corrientes crecieron por debajo de la inflación y de la recomposición salarial acordada para los agentes provinciales.
Además de abordar la crisis financiera, Pullaro señaló otros desafíos importantes que enfrenta la provincia, como la situación crítica de empresas estatales como ASSA y la EPE, así como el déficit crónico de la Caja de Jubilaciones. Se comprometió a tomar medidas para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de estas instituciones, garantizando así el bienestar de los ciudadanos y la viabilidad económica a largo plazo.