En medio de un fútbol que parece ser cada vez más sanguinario, surgen historias felices que valen la pena ser difundidas, un club de la Liga Rosarina decidió fallar penal tras considerar que no había sido falta y ante la conmoción que generó esta injusticia en el jugador que había cometido la infracción. A continuación, la historia.
Se trata de un grupo de jóvenes de 11 años que disputaban este domingo el encuentro por pre décima entre Bancario y Mitre de Pérez. En un momento del cotejo, el juez marca una falta en el área tras la caída de un jugador. “El chico que comete el penal sale llorando, desconsolado. Yo me cruzo la cancha para preguntarle por qué, pensé que lo habían expulsado y le iba a decir al árbitro que no lo eche. El profe me dice que no lo había expulsado y el chico que no había sido penal”, comentó Horacio Caravacca, profe del equipo visitante, a El Tres.
Luego, explicó: “El chico que comete el penal sale llorando, desconsolado. Yo me cruzo la cancha para preguntarle por qué, pensé que lo habían expulsado y le iba a decir al árbitro que no lo eche. El profe me dice que no lo había expulsado y el chico que no había sido penal”.
“Él me dijo que no, rápidamente. Se ve en la imagen que se levanta rápido, no es que se queda tirado simulando”. Y siguió: “Cuando vi al chico llorar, dije que no, que no me había tocado. Yo había saltado, fue error del árbitro. En esa jugada yo la tiro larga y salto, me tiro y cobraron el penal que no había hecho”, comentó el nene que protagonizó el hecho.
Ante el barullo que quejas y reclamos por la falta que no fue, el DT reveló: “Se me ocurrió decirle a ‘Mate’ que la tirara afuera, para seguir el partido y no sacar ventaja de una situación que no había sido tal”.
“Yo accedí automáticamente y la tiré afuera. Me lo dijo el profe y lo hice, hay que tenerle respeto a cualquier rival que tengas en frente”, contó el encargado de patear el penal.