Esteban Fernando Cuenca, o “El Chucu” como era conocido por sus allegados, tenía 30 años y el pasado sábado encontró la muerte mientras estaba reunido a un grupo de amigos haciendo empanadas para venderlas. El objetivo era que los jugadores de su club, Defensores Unidos, puedan viajar a distintas provincias para jugar al fútbol. Una lluvia de balas terminó con la vida de Esteban y dejó a otros chicos heridos, entre ellos a un nene de 9 años.
Esteban es parte de los llamados “Los Pibes del Ludueña”, que realizan actividades sociales y solidarias para mejorar la vida del barrio. Era parte del Club Defensores Unidos y tenía una hija pequeña.
“Quiero pensar que es mentira locura, una gran persona que me hizo conocer el fútbol, te voy a recordar con algo que me sabias decir, un placer haber compartido cancha con vos. Va a quedar pendiente tus palabras para que vaya hace 4 o 5 años atrás a jugar con vos al Defe”, expresó uno de sus amigos en las redes sociales.
“Pibe bueno, trabajador, luchador, familiero. Amigo, la verdad no te merecías esto. Ya no se puede vivir en esta ciudad estamos en la selva nos están matando ya no tenemos derecho necesito respuestas para todo esto. Volá alto amigo vamos hacer que se haga justicia. Nos dejaste destruido”, manifestó otro.
Desde la Fiscalía informaron que se dio aviso a la Unidad de Homicidios Dolosos a cargo de Adrián Spelta, de un hecho ocurrido el sábado aproximadamente a las 19.30 en zona de calles Velez Sarsfield y Magallanes de la ciudad de Rosario. La víctima fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez con heridas de arma de fuego en la zona del tórax y zona inguinal; falleciendo antes de arribar.