En lo que podría ser un acto de justicia divina, un cura se enfrentó con un ladrón e impidió que robara en la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, ubicada en La Loma, provincia de Salta.
Ocurrió cerca de las 3 de la madrugada cuando un ladrón, de unos 25 años, se metió a la parroquia. “Estaba en mi dormitorio casi dormido mirando las noticias. En un momento sentí un ruido en la puerta de la entrada. Me levanté de inmediato porque es la cuarta vez que me entran a robar y uno ya vive alarmado”, contó el parroco Juan Eduardo Jotayan.
El religioso detalló que la zona es señalada como uno de los lugares con más crímenes reportados en los últimos años y sufrió cuatro robos solo en 2023.
“Prendí de golpe la luz y me encontré con un tipo en la casa. Él ya había roto las rejas y la madera. Nos agarramos a las trompadas limpias, fue una cosa tremenda”, aseguró el cura al denunciar que el ladrón logró pegarle en varias oportunidades en las costillas y el rostro, lo que ocasionó que una de las muelas se le aflojaran”, relató.
Según relató, le partió una silla en la espalda y el ladrón no se cayó al piso. “Saqué otra y se la partí en la cabeza”. El cura aprovechó para ir a buscar un rifle de aire comprimido que tenía en su habitación que era de su hermano fallecido.
“Si no te vas de acá, te perforo la cabeza a tiros”, le dijo y contó que el hombre “estaba paralizado y también tratando de normalizarse después del ataque con las sillas. Todavía no puedo creer la barbaridad que le dije”.
El hombre se escapó sin ninguna pertenencia corriendo por las esclaeras. El cura fue atendido por un médico que le puso varias inyecciones.